United States or Mauritania ? Vote for the TOP Country of the Week !


Hablemos del Condesito de la otra noche. Bien que no le amas. Demos gracias a Dios de que no te ha hecho tan inflamable que te pongas a amar a un hombre sólo con verle de pasada. No es de presumir tampoco que él esté perdidamente enamorado de ti. Tampoco los hombres se enamoran de súbito.

En los de ella ardió una chispa maliciosa, y con ademán súbito y desdeñoso arrojó el clavel que tenía en la mano debajo de las sillas. El conde se puso repentinamente serio; sus mejillas se colorearon. En aquel momento entró Manuel Antonio. La conversación se entabló alegre, indiferente. El conde guardaba, sin embargo, un resto de turbación.

¿Verdad que ni Marco Polo ni Magallanes lo hubieran hecho mejor que yo? dijo Núñez avanzando hacia ella con la mano extendida. Su rostro pálido de barba partida sonreía con la acostumbrada expresión irónica. Elena no pudo reprimir un gesto de disgusto, pero recobrándose súbito le tendió la mano con un esbozo de sonrisa. ¡Ya, ya! Hay que darle a usted una condecoración por su audacia.

Ya hacia el fin del verano, cuando los torrentes han arrastrado á las llanuras el agua de los aludes fundidos, y los árboles han soltado el peso de la nieve que hacia doblarse á sus ramas, y las mismas matas, calentando el espacio que las rodea, han conseguido deshacer los copos de nieve que las rodeaban, súbito enfriamiento de la atmósfera convierte en nieve los vapores de la montaña.

El mar alegre, la tierra jocunda, el aire claro, sólo tal vez turbio del humo de la artillería, parece que iba infundiendo y engendrando gusto súbito en todas las gentes. No podía imaginar Sancho cómo pudiesen tener tantos pies aquellos bultos que por el mar se movían.

Era evidente para la niña que sus tías, sus primas, su mamá misma se conmovían más que de ordinario cuando el susodicho anunciaba una de sus visitas, hasta el punto que la conversación, con frecuencia lánguida aun entre mujeres en el campo, animábase de súbito.

«¿Pero esto es embriaguez... o qué?...» preguntó la atribulada hija. Y al oírlo D. José se reanimó de súbito, como la llama moribunda que se revuelca en las tinieblas; echó su espíritu un resplandor de vida, y moviendo la lengua, no menos pesada que la de una campana, dijo pausadamente estas palabras: «La hurí ha bajado a los infiernos, y yo voy... en busca suya».

Roussel, en camisa y con el candelero en la mano, se sintió presa de un súbito enternecimiento, y aun á riesgo de coger un resfriado, permaneció contemplando al huérfano. La luz, hiriendo los ojos de Mauricio, le despertó.

Mal podía sospechar Antonio Pérez que, al escribir las impresiones del orgullo satisfecho, un Capitán español iba á cambiarlas súbito, apoderándose de la plaza de Amiens y del parque de artillería de Francia, con un saco de nueces.

Al fin dijo con débil voz: Me habéis sorprendido, , mas no ofendido. Completo y súbito ha sido el cambio realizado en vos. ¿No cambiaréis otra vez en la ausencia? ¡Cruel! ¿Cómo dejar de amaros? ¡Por favor, una sola palabra de esperanza, una mirada, para atesorarla como un bien supremo y saber que puedo seguir adorándoos!