Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 12 de junio de 2025
Entretanto, únicamente se podía decir que ella no era lo que parecía, que ella no era Isidora Rufete, sino Isidora... A su tiempo madurarían las uvas; a su tiempo se sabría el apellido, la casa, el título... Vivir para ver. Estas cosas no ocurren todos los días, pero alguna vez... Pasó un naranjero.
ISIDORA RUFETE, protagonista. MARIANO RUFETE, su hermano. AUGUSTO MIQUIS, doctor en Medicina. JOAQUÍN PEZ. DON JOS
Un pueblo libre no se equivoca. Con sentencias sacadas de las Gacetas, amigo Rufete, poco adelantamos. Yo veo que las divisiones son hondas, que el partido liberal, por estar disperso y perseguido, no tiene ya una idea fija y común sobre nada. El ejército, que antes era amigo de la Constitución del 12, ahora va donde le llevan, y es realista con el conde de España y templado con Llauder.
Todo cuanto había hecho en la semana lo contó puntualísimamente; pero ninguna parte de aquella Odisea de travesuras causó tan penoso efecto en el alma de la señorita de Rufete como estas palabras: «Estuve en casa de mi tía Encarnación, ¿sabes?..., y mi tía Encarnación y la tía Palo con ojos comían juntas; y mí tía Encarnación me dijo: «Anda, pillete, anda con tu hermana a que te dé de comer y te vista de señorito, pues bien puede hacerlo». Entonces mi tía Encarnación y la tía Palo con ojos se pusieron a hablar de ti, y mi tía Encarnación dijo que tú tienes un novio marqués que te da mucho dinero».
En suma, la de Rufete se quedó sin un cuarto, y su tío el Canónigo mostraba la mayor pachorra del mundo para enviarle fondos. ¡Ay!, esa gente de provincias cree que una onza es un millón. ¡Un mes llevaba la pobre de grandes apuros, haciendo diligencias inútiles en pro de su hermano, que en la cárcel seguía, y privada de todo, viendo tantas cosas bonitas sin poder comprarlas!
Quería ver al señor Director, al señor facultativo, quería ver a un enfermo, a su señor padre, a un tal don Tomás Rufete; quería entrar aunque se lo vedaran; quería hablar con el señor capellán, con las hermanas, con los loqueros; quería ver el establecimiento; quería entregar una cosa; quería decir otra cosa...
La idea del patriotismo exclamó Rufete sin poderse contener , es tan primordial, que debe ponerse al frente de todas las denominaciones, para que se grabe más y más en la mente del pueblo. Pues, decía prosiguió el otro , que si la sociedad espera para extenderse y prosperar a que yo sea su agente, llegará el Juicio final sin que de todos los frutos que el país y tú esperáis de ella.
Pero ya le pondría él las peras a cuarto al señor país, representado en aquellos dos señores tiesos, que en todo querían meterse, que todo lo querían saber, como si él, el eminentísimo Rufete, estuviera en tan alta posición para dar gusto a tales espantajos. Le miraban atentos, y con sus ojos investigadores le decían: «Somos la envidia que te mancha para bruñirte y te arrastra para encumbrarte».
Quien se vio en aquellos locales, con aquellas anaquelerías y aquel mostrador donde había un cajón de dinero que sonaba a cosa rica..., verse ahora en este nido de urracas, con cuatro trastos, poca parroquia, y en un barrio donde se repican las campanas cuando se ve una peseta..., ¡qué puñ...!». Francisca murió; Rufete fue encerrado en Leganés.
«Y su sobrina, la señorita de Rufete, que acaba de llegar de París...». Isidora miró a Miquis con tan indignados ojos, que el estudiante no se atrevió a seguir. El conserje echó una mirada a la poco flamante levita de D. José y al traje sencillamente decoroso de Isidora, sin hallarse completa armonía entre el vestido y las personas.
Palabra del Dia
Otros Mirando