Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 6 de junio de 2025
Y sin embargo, aquella boca entreabierta y suspirante, aquella mirada vaga y tímida, aquella palidez mate, revelaban que en ella ardía el fuego sagrado; que estaba ansiosa de amor. ¿Pero a quién podía amar Amparo? ¿Dónde el ser que pudiera llenar aquella alma tan entusiasta, tan apasionada por lo bello, que se remontaba en sus aspiraciones al cielo y vivía con pena en la tierra.
Pero ¡qué lástima! ¿Se marchará pronto? ¡Oh!, eso... según las circunstancias... si renuevan el abono, si recomponen el cuarteto... si se les ayuda.... ¡Vaya si se les ayudará! ¿Verdad, tío? El tío volvió a inclinar la cabeza. ¡La de planes que tenía dentro de ella! Los ojos le brillaban, fijos en el mantel, hablando con su fijeza de cien ideas que no explicaban, pero que revelaban como presentes.
¿Está usted seguro? preguntó . ¿Es cierto eso? Le juro que no me acuerdo de nada... ¡Ay, aquella tierra de sol! ¡La embriaguez de lo pintoresco! ¡Las tonterías que una hace!... Sus exclamaciones revelaban cierto arrepentimiento. Luego rompió a reír. Y es fácil que aquel pobre gañán guardase la flor hasta el último momento, ¿verdad, Gallardo? No me diga usted que no.
Pongamos que sólo se gana la mitad; pongamos que sólo es la mitad de la mitad...» Y tras estos cálculos descendentes, que revelaban su odio a toda fantasía, siempre resultaban millonarios. Los más entusiastas y de fe inconmovible eran los que habían estado en América y volvían a ella por segunda o tercera vez.
Durante la última semana de la permanencia del joven en la Venerie, los síntomas de la loca pasión de Juana se revelaban cada vez más a las miradas curiosas de los celosos que la observaban.
Desfilaban los «pasos» del Sagrado Decreto, del Santo Cristo del Silencio, de Nuestra Señora de la Amargura, de Jesús con la cruz al hombro, Nuestra Señora del Valle, Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas, Nuestra Señora de las Lágrimas, el Señor de la Buena Muerte y Nuestra Señora de las Tres Necesidades; y este desfile de imágenes iba acompañado de «nazarenos» negros y blancos, rojos, verdes, azules y violeta, todos enmascarados, guardando bajo las puntiagudas caperuzas su personalidad misteriosa, de la que sólo se revelaban los ojos al través de los orificios del antifaz.
Nunca, nunca accedería ella a satisfacer las ansias que aquellas miradas le revelaban con muda elocuencia; sería virtuosa siempre, consumaría el sacrificio, su don Víctor y nada más, es decir, nada; pero la nada era su dote de amor. ¡Mas renunciar a la tentación misma! Esto era demasiado. La tentación era suya, su único placer. ¡Bastante hacía con no dejarse vencer, pero quería dejarse tentar!
Le di un millón de gracias, rebosando de gratitud, y le prometí que cuando llegase el caso la molestaría sin vacilar, pues me inspiraba una confianza absoluta. Desde la primera noche que la viera me había sido extremadamente simpática. Sus ojos dulces y benévolos revelaban un buen corazón, el timbre de su voz inspiraba desde luego cariño y confianza, etc., etc.
Como vos me la daréis á mí, señor de Clisón, exclamó á su vez Sir Vivián Bruce. Ocasión inmejorable, se oyó decir entonces al barón de Morel, para que tan lucida lanza gascona como la del señor de Pomers me haga el honor de cruzarse con la muy humilde mía. Oyéronse en pocos instantes una docena de retos, que revelaban la mala voluntad y los rencores existentes entre gascones é ingleses.
El busto endeble erguíase con una arrogancia natural dentro del mantón; sus pobres faldas de verano se movían con cierto ritmo majestuoso, sin tocar el barro, en torno de los pies pequeños, cuidadosamente calzados, que revelaban ser la parte más atendida de su persona. ¡Viva lo bueno! gritó el borracho poniéndose en jarras . ¡Ahí va la gloria del barrio!...
Palabra del Dia
Otros Mirando