Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 8 de mayo de 2025


Una mañana que madrugó más de lo acostumbrado para decir su misa, resolvió advertir a Sabel que le tuviese dispuesto el chocolate dentro de media hora. Inútilmente llamó a su cuarto, situado cerca de la torre en que Julián dormía.

Yo no puedo amar en la tristeza, y me causa un fastidio tan grande ver caras de enfermos y ojos con lágrimas, que no tardaría en tomarle horror a la casa misma. Por nada del mundo querría que mi pobre amiga viese un día que me pongo de mal humor a su lado. No fue, pues, por pura caridad que Huberto resolvió ir con menos frecuencia a casa de los Aubry.

Entonces sintió que, si continuaba esa existencia, iba forzosamente, tarde o temprano, a sucumbir del todo. La vacilación, el temor, lo enervaban más y más: resolvió, pues, buscar un fin, y exigir del destino la parte de felicidad razonable que le habían prometido la mirada leal de dos ojos azules y el silencio de dos labios pálidos.

Además, Miguel se sintió repentinamente preocupado por el modo de iniciar la conversación. ¿Le hablaría en inglés ó en francés? ¿La tutearía como antes?... Ella resolvió sus dudas hablándole en español, y de , lo mismo que cuando eran muchachos. Como es imposible ponerse en comunicación contigo dijo Alicia sentándose, después de estrechar su mano , me he decidido á hacer esta visita.

Y el buen señor, sincero y cuerdo en aquellos instantes, renegaba de la hora en que se resolvió a luchar en semejante terreno, y se acordaba del amor de su familia y de la paz de su hogar.

Resolvió sobre Miguel el marinero con tanta presteza, que sin darle tiempo de sacar su caballo, á golpes de maza le hizo saltar el escudo, y le hirió en el rostro, y al mismo tiempo le mataron á Miguel el caballo, y le tuvieron casi rendido, pero algunos de su guarda le socorrieron valientemente, y uno de ellos le dió su caballo con que se salvó.

El escritor antes citado refiere á este propósito la siguiente anécdota: Un poeta de mucho talento había escrito una comedia, que había sido admitida en el teatro, y de cuya representación se habían encargado los actores más notables; dudaba, sin embargo, de su éxito, y resolvió, temeroso de la insolencia del patio, hacer una visita al Sr. Sánchez para atraerlo previamente á su partido.

Esperó un día, dos, tres, hasta que viendo que la escena no se repetía, resolvió en su alto criterio denunciar el hecho de una vez á la familia interesada, no sea que, retardándolo, pudiera ser puesto en duda. Pensado y hecho.

Almona, la viuda moza que habia cobrado mucha aficion á la vida, y se la debia á Zadig, se resolvió á sacarle de la hoguera, que como tan abusiva se la habia él presentado; y formando su plan en su cabeza, no dió parte de él á nadie. Al otro dia iba á ser ajusticiado Zadig: solamente aquella noche le quedaba para libertarle, y la aprovechó como muger caritativa y discreta.

Ella recordaba muy bien el nombre de la calle donde vivía el tabernero con quien la criada se había casado. Sabía que la taberna estaba en la calle del Humilladero; pero ¿cómo iba á la tal calle? Resolvió preguntar á algún transeúnte, y si daba con la casa, allí pasaría la noche, aplazando todo lo demás para el siguiente día. Segura estaba de que Pascuala la recibiría con los brazos abiertos.

Palabra del Dia

hociquea

Otros Mirando