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Actualizado: 23 de julio de 2025
Los dos jóvenes miraron instintivamente hacia el cementerio como queriendo pedir a aquella tumba el valor que les faltaba; pero ambos guardaron un religioso silencio. ¡Ea! dijo el doctor. Ya escucho. Comienza tú, Antoñita. ¡Pero, tío!... suplicó la joven con embarazo. Ya comprendo, Antoñita repuso Amaury, abandonando su asiento. Perdone usted; me retiro.
«Ven acá le dijo uno, dame la mano y volarás más derecha... Pero ¿qué llevas ahí? Esto repuso Celinina oprimiendo contra su pecho dos groseros animales de barro. Son pa mí, pa mí. Mira, chiquilla, tira esos muñecos. Bien se conoce que sales ahora de la tierra.
» Mire usted, tío repuso Antonia interrumpiéndole, todo eso que usted me dice, no deja de ser, y así lo reconozco, muy noble, y muy hermoso y yo no puedo menos de darle por ello las gracias más cumplidas.
Jacinto repuso mansamente: Coca Itualde, la hermana menor de la familia, la más deliciosa criatura del Tandil... ¡Es inútil que usted lo niegue!... ¡Si todo el Tandil lo sabe!
Está usted equivocado. Sé que le aprecia mucho... Cuando se habla de usted.... ¡uf! le pone por las nubes... ¡Sí, para tenerme más lejos aún! repuso con sonrisa melancólica. Paca insistió.
Nos vio, y una palidez mortal invadió su rostro, mientras que Carlos y yo nos sonrojamos al darnos cuenta de su presencia. »Teobaldo se repuso, y nos sonrió con la tristeza que acostumbraba. »Amigos míos nos dijo, sentándose cerca de nosotros. Se acordarán ustedes de la sorpresa que me causó, hace algunos meses, el sueño que Carlos nos contó había tenido.
No, hija, es demasiado temprano para mí repuso el Príncipe que gustaba de levantarse tarde. Simón salta de la cama apenas clarea el alba y, además, eso no le empleará más allá de una hora.
Luego, después de haber quitado a su amo las calzas, balbuceó con cautelosa humildad: Vuesa merced recordará que los ginoveses, según me ha dicho, ofrecieron veinte ducados por los retratos de sus mayores. Ramiro estaba ya metido en el lecho, y, hurtando su rostro a la luz para dormirse, repuso como entre dientes: Dáselos, dáselos, Pablillos; pero que entiendan...
¡Lo que puede el mal ejemplo! repuso Fabrice acercándose a su vez.
Es imposible que salga bien haciendo tan gran cantidad repuso Carlota, igualmente ruborizada. Ambos se perdieron instantáneamente en lo más espeso e intrincado del bosque. Esta vez no fue D. Pantaleón, sino su último retoño, quien vino a su encuentro.
Palabra del Dia
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