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Actualizado: 29 de junio de 2025
Acogió el ingeniero con una paciencia algo irónica esta consulta; pero apenas la mestiza empezó á hablar, su rostro se transformó, prestando una atención reconcentrada á todas sus palabras.
No están malos juguetitos los tales nenes dijo Jacobo con ira reconcentrada . La primera pifia que ha dado la Restauración ha sido abrir la puerta a esta canalla... ¡Dejar que se forme ahí una almáciga de intrigantes, una pépinière de hipócritas revolucionarios!...
Doña Manolita notaba, cuando iba a verla, que tenía los ojos fatigados y rojos de llorar. A veces, doña Luz no podía reprimir el llanto, y en presencia de doña Manolita lloraba. Durante algún tiempo, la tristeza de doña Luz había sido sombría, reconcentrada y feroz. Su amiga íntima no se había atrevido a preguntarle la menor cosa ni a quejarse de su silencio.
Y sin embargo, en las minas y en las fábricas todo el que trabajaba sentía un sordo rencor, una ira reconcentrada, un anhelo irritado de justicia, como si á todas horas fuesen víctimas de un robo audaz, de un despojo inhumano.
La vida intelectual me parece que en Francia, más que en nación alguna, está reconcentrada en su capital, París. En Alemania hay muchos centros, como Berlín, Leipzig y Stuttgard, que persisten, a pesar de la unidad política creada por el Imperio. En los Estados Unidos, con no menor actividad, se escriben y se publican libros en Nueva York, en Boston, en Filadelfia o en Chicago.
Esa tarde quiso a toda costa que antes del paseo visitaran el Museo de Bellas Artes. Ella había accedido, pero con la condición de buscar a Charito, para pasarlo menos aburrido. Cuando media hora después entraban en la sala de calcos, Adriana creyó soñar: de pie, con la atención reconcentrada en una escultura griega, estaba Julio.
Murmullo general de aprobación... Brusco movimiento de Currita y repentina llamarada de ira, de rabia reconcentrada presta a desbordarse en sus claras pupilas... Tras el telón, Butrón sonríe satisfecho y Pulido suspira desahogado; el tío Frasquito, sorprendido y acongojado al ver a su reina destronada, pierde el equilibrio y se agarra al telón, poniendo en riesgo el que guardan sus compañeros: mudos ademanes y miradas furibundas de estos le llaman al orden... En la concha, Diógenes hace una mueca que quiere decir: «¡Estáis frescos!», y prosigue riéndose solo... La marquesa de Butrón continúa leyendo: Vicepresidenta: excelentísima señora condesa de Albornoz.
Al iniciar el grupo su marcha, pasando ante el caballo del alemán, estalló la cólera del comandante, muda y reconcentrada hasta entonces. Quiso morir fusilado antes que dar un paso más. ¡Abajo Guillermo! ¡Mueran los verdugos! gritó con una voz ronca.
He callado, porque debía callar; he sufrido cuanto he podido sufrir; pero ya no puedo sufrir más, porque tengo celos. Amparo levantó su cabeza de sobre mi hombro, y me miró con una expresión triste, grave, solemne, al través de sus lágrimas. Luego me dijo con voz opaca y reconcentrada: ¡Celos tú! ¡celos por mi amor y celos de otro hombre! ¡Esto es horrible! ¡Esto no puede ser!
Pero sucedió que insensiblemente se fué encariñando con uno de ellos que la mimaba mucho y le oía resignado los nimios escrúpulos de su conciencia. Lo que al principio no fué más que simpatía, llegó á ser amor vehemente, pero sublime de pureza. Toda la ternura de esposa y de madre, reconcentrada en el corazón de la viejecita, brotó de pronto como una fuente impetuosa, inundándola de felicidad.
Palabra del Dia
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