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El viejo Zapican con grande maña El escuadron y gente bien regia, Abayuba el sobrino con gran saña En seguimiento va del que huya. Su grande lijereza es tan estraña, Que nadie por los pies le escabullía, Cheliplo y Melibon, que son hermanos, Pretenden hoy dar fin de los cristianos.

Los melancólicos, é hipocondríacos sienten algunos males que los afligen, y para explicarlos se aprovechan de las voces opresion, desmayo, y otras semejantes, que hacen formar á los oyentes distinto conocimiento del que los enfermos pretenden manifestar.

No quiero ya nada contigo. ¡Un, dos! ¡Un, dos! Las mujeres, llorando y gritando, pretenden lanzarse hacia sus antiguos mandos, pero se lo impiden los romanos entre carcajadas de triunfo. =Cinco volúmenes en 8.º, de unas 300 páginas cada uno.= =Maravillas del instinto en los insectos=, con grabados y 16 láminas fuera de texto, según fotografías de P. H. Fabre, y portada en color.

La fachada principal del Palacio del Dux se construyó á mediados del siglo XIV, bajo la direccion del maestro Buono, aunque algunos pretenden que fué Calendario el arquitecto. De cualquiera modo, es un edificio mágico y admirable, de estilo gótico, y uno de esos prodigios del arte que tanto abundan en Italia.

Es una dama muy hermosa, de quien pretenden se aficionó el príncipe de Asturias. ¡Ah! Una perdida, aunque no lo parece. Importa al servicio del rey que averigüéis quién es esa mujer. Esa mujer se ha presentado en la corte hace un año. ¿De dónde ha venido? No más. ¿Cómo se llama? Doña Ana. ¿Doña Ana de qué? Doña Ana de Acuña. El apellido es noble.

Unas pretenden que ha sido robada... otra me aseguraba con la mayor tranquilidad que ella le había manifestado intención de suicidarse. ¡No sería extraño! Desde la revolución de julio, el suicidio se ha puesto de moda. ¡No hable usted así... perdería la razón! He corrido a su casa de la calle de Provenza; pero se marchó de allí sin decir a dónde iba.

Mi padre y multitud de parientes mios por todos los cuatro costados han servido desde muy antiguo en la Marina española. Renegaría yo de mi casta si denigrase á los marinos. Pero con todo eso declaro que me sublevan y enojan los que pretenden poner á los marinos y á los militares de tierra por cima de toda censura de los paisanos, fundándose en que ignoramos sus artes.

Estas dos naciones trabajan hace mucho tiempo por mejorar la condicion social por medio de la mejora parcial de los individuos, á la inversa de los alemanes, que pretenden regenerar á la humanidad entera por medio de esos ensalmos universales, que se llaman sistemas filosóficos; y á la inversa tambien de los franceses, que hace sesenta años se agitan en el círculo vicioso de las revoluciones, buscando instituciones adecuadas al hombre, antes de haber formado los instintos del hombre, ó lo que es lo mismo, el hombre adecuado á las instituciones.

Blanca y limpia con sus persianas inmaculadas y sus cristales brillantes bajo unas cortinas un poco antiguas, se abre con discreta elegancia en un patio plantado de árboles y adornado de canastillos floridos, al que llamamos pomposamente «nuestro jardín...» Tengo en él mis rosas preferidas y mis plantas favoritas; y cultivo con éxito cuanto tiene la dicha de agradarme, con tal de que no necesite mucho sol, ni mucha sombra, ni muchos cuidados... En un rincón de nuestro minúsculo jardín y debajo de un fresno llorón, tengo hasta un banco, un banco inmenso, una mesa de labor y unos cuantos sillones de mimbre... En verano, hacemos allí salón, y llevo la fantasía hasta dar tés... Mis amigas pretenden que una taza de perfumada con la fragancia de las rosas que nos rodean, no es ya una taza de , sino una taza de néctar... ¡Dichosa ilusión!

Se sienten molestados por la superioridad de los nobles, por su cultura, por su valor, por su exquisita educación, y pretenden que sean torpes y cobardes como ellos, sin que sus nombres ilustres, que van unidos á las inmarcesibles glorias de España, les infundan respeto. Odian también la religión, porque se opone á sus apetitos y les encarece la humildad.