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Actualizado: 25 de junio de 2025


Y, estando en esta duda, llegó a nosotros nuestro renegado diciéndonos que en qué nos deteníamos, que ya era hora, y que todos sus moros estaban descuidados, y los más dellos durmiendo. Dijímosle en lo que reparábamos, y él dijo que lo que más importaba era rendir primero el bajel, que se podía hacer con grandísima facilidad y sin peligro alguno, y que luego podíamos ir por Zoraida.

Mucho nos alegramos al oir Amazonas, y demas la opulencia que refirió: y al punto preguntó el capitan al rey si por tierra ó mar podíamos ir á ellas, ¿y cuanto distaban? Respondíole que solo podia irse por tierra, y se llegaria en dos meses á su provincia; con lo cual determinamos buscarlas. Vamos en busca de las Amazonas, y se describen los indios Paresis y Urtueses.

El joven dijo a su amada en voz baja: ¡Es un horrible tormento, Magdalena, el no poder vernos con libertad y a solas muy de tarde en tarde! ¿Crees que es casualidad o que tu padre lo ha dispuesto de este modo? No qué pensar, Amaury respondió Magdalena. Sólo puedo decirte que lo siento como . Cuando podíamos vernos a todas horas no sabíamos apreciar en su justo valor nuestra dicha.

Un extranjero seguí que corre a un país que le es desconocido para arriesgar en él sus caudales, pone en circulación un capital nuevo, contribuye a la sociedad, a quien hace un inmenso beneficio con su talento y su dinero; si pierde, es un héroe; si gana, es muy justo que logre el premio de su trabajo, pues nos proporciona ventajas que no podíamos acarrearnos solos.

CAP. IV. Como entramos Por la Tierra. Otro dia adelante, el Governador acordò de entrar por la Tierra, por descubrirla, i vèr lo que en ella havia. Fuimonos con èl, el Comisario, i el Veedor, i Yo, con quarenta Hombres, i entre ellos seis de Caballo, de los quales poco nos podiamos aprovechar. Llevamos la via del Norte; hasta que

No quería darse a ver por entonces en el pueblo; pero vivía en otro no muy lejanu y podíamos entendernos él y yo muy a menudo si el caso lo pedía. Hasta aquí fue lo dulce de la entrevista, según el relato de Facia. Para la pintura de lo amargo de ella y mucho de lo sucedido después, ya no tuvo la infeliz relatora ni colores ni arte ni fuerzas.

No puede haber perdón para tanta alevosía. ¡Pagar de este modo el asilo que le hemos dado sin merecerlo! Pero bien dije yo que de usted no podíamos sacar cosa buena. Señoras dijo Clara deshaciéndose en lágrimas, yo les juro á ustedes por Dios y por todos los santos, que por no ha entrado ningún hombre; que yo no soy culpable de todo eso que ustedes dicen. Yo se lo juro por Dios y por la Virgen.

6 ni buscamos de los hombres gloria, ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo. 7 Antes fuimos blandos entre vosotros como la que cría, que regala a sus hijos. 8 Tan amadores de vosotros, que quisiéramos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino aun nuestras propias almas; porque nos sois carísimos.

Canelo desapareció pronto al otro lado de la peña, y Chisco, después de detenerse unos instantes a observar desde la esquina, hízonos señas de que podíamos seguirle, y desapareció también. Entonces al avanzar nosotros, fue cuando pude yo darme la respuesta a la pregunta que me había hecho poco antes: ¿dónde estaba la boca de la caverna? ¡Dios eterno, qué cúmulo de barbaridades las de aquel día!

Al principio el cuidado de la capilla, la misa de los domingos y el reparto de las limosnas.... no hizo usted más. Luego usted mismo nos ha ido convenciendo de que teníamos en casa una joya, de que podíamos confiarnos a usted bajo todos conceptos....: Josefina y yo nos confesaremos en adelante con usted: esto es lo que tenía que decirle.

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