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Actualizado: 16 de junio de 2025
Eran golfos de poderosos pulmones, que para atraer al público se agitaban como epilépticos, corriendo en torno de su puesto, manoteando, exhibiendo sus artículos, entregándolos a ciertos compinches que se fingían compradores para impulsar a la gente reacia. ¡Aquí! ¡al tío que se ha vuelto loco y todo lo regala! gritaba uno con voz de trueno.
Me paece a mí, tío Leandro dijo el imprudente Felipe , que nuestro amo no se va de buena gana, porque aquí bien se regala... Pero como la señora es tan amiga del lujo... ¿Qué dices? exclamó Reynoso levantando vivamente la cabeza y encarándose con el zagalón. Este se puso pálido y balbució miserablemente: Es lo que tengo oído por ahí...
Al otro día Héctor y Ajax pelean como jabalíes salvajes hasta que el cielo se oscurece: pelean con piedras cuando ya no tienen lanza ni espada: los heraldos los vienen a separar, y Héctor le regala su espada de puño fino a Ajax, y Ajax le regala a Héctor un cinturón de púrpura.
Delicioso manjar es por cierto, pero yo declaro que todo el que se regala comiéndole sin escrúpulo de conciencia, no tiene derecho para maldecir de las corridas de toros. Y yo sé de buena tinta que los señores marqués de San Carlos y D. Luis Vidart gustaban del foie gras y le comían a menudo.
Doile estos renglones para dezirle lo dicho. Y más, q. a vno q. ama no ay nada lexos, pero q. se regala en acercarse quanto más, más. De Fran.^co Lercaço tengo algo. A la vista todo, y El alma q. dentro, y fuera es de V.^a Ex.^a Ant. Perez. Condestable Francia, mi S. Bibl. Nac. de París, Fr., 3.652, fol. 90. Colección Morel Fatio, núm. Ex.^mo Sr.
Más de cien veces había querido comprárselo: le ofreció un precio exorbitante; le ofreció construirle una casa. La bruja no consintió jamás en trasladarse. Aquel espionaje constituía el mayor, quizá el único atractivo de su vida. Se mordió los labios con ira y respondió: Por eso, porque lo fisgo todo sin duda he sabido que te regala pendientes de perlas y te da palmaditas cariñosas en la cara.
«¡Unos tanto y otros tan poco! pensaba . Hay quien está como yo y quien regala a la querida caballos rusos, y quien, como ese maldito, amuebla casa para una sola cita... No ha puesto más que un gabinete; pero para el caso es igual.»
Yo estaba imposible de mimada, de traviesa y de voluntariosa. Yo era un diablillo y necesitaba que me metiesen en costura. Ahora, que he vuelto de nuevo a casa, soy persona de mucho juicio. ¿Y cómo no he de querer a mamá? Me mima, me celebra, me idolatra. Mis caprichos son ley. Mamá me regala mil dijes; gasta un dineral en mis vestidos y sombreros. Nunca rabia cuando vienen las cuentas.
Debe adoptarse para La Santa María la de hierro más sencilla, teniendo en cuenta que su construcción era ligera y económica. Llevaban tapas de regala muy gruesas formando bordón saliente. En los castillos de popa y proa se formaba un almenado de tabla para defensa de los arqueros ó se colgaban los paveses blasonados de los combatientes, de donde vino luego la pavesada.
Además, los regalos de don Paco llueven sin descampar sobre aquella casa; ya envía un pavo, ya una docena de morcillas, ya fruta, ya parte del chocolate que le regala su merced, hecho por el hombre que viene expresamente desde Córdoba a hacerlo a esta casa.
Palabra del Dia
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