Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 23 de julio de 2025


Y don Alvaro responde: ¡Ta, ta, ta, ta, ta! Calvete, que ha pasado de zagalón a ser un mozo muy gentil y brioso, que es al mismo tiempo travieso y más malo que la quina, viendo que don Alvaro no puede quejarse de sus travesuras, ya que ni habla ni escribe, se deleita a menudo en ponerle furioso.

El pastor de las vacas trató de llevar a la señora para que los viese, pero ésta manifestó que no tenía tiempo: por la tarde o al día siguiente los vería. ¿A que no sabéis por qué viene la señora en este tiempo? preguntó con increíble finura y sonriendo con una boca que le llegaba de oreja a oreja el zagalón Felipe. Nadie respondió. El tío Leandro dirigió hacia él los ojos con inquietud.

Cerca ya de la barraca, cuando oía los ladridos de su perro, que le había adivinado, vió un muchacho, un zagalón, que, sentado en un ribazo, con la hoz entre las piernas y teniendo al lado unos montones de broza segada, se incorporó para saludarle: ¡Bòn día, siñor Batiste! Y el saludo, la voz trémula de muchacho tímido con que le habló, le impresionaron dulcemente.

Me paece a , tío Leandro dijo el imprudente Felipe , que nuestro amo no se va de buena gana, porque aquí bien se regala... Pero como la señora es tan amiga del lujo... ¿Qué dices? exclamó Reynoso levantando vivamente la cabeza y encarándose con el zagalón. Este se puso pálido y balbució miserablemente: Es lo que tengo oído por ahí...

La lógica inflexible del tío Leandro pesaba como una losa sobre todos los cerebros, particularmente sobre el del zagalón que tanto se había aventurado en su discurso. Pero haciendo al cabo terribles esfuerzos para levantar el enorme peso que le agobiaba, logró al fin proferir, dando a su fisonomía una impresión de increíble astucia: Me paece a , tío Leandro... Yo he visto...

No comprendía cómo su sobrino, un muchacho tan listo, había cometido la borricada de hacerse súbdito de aquel zagalón de D. Carlos, un perdido, un zafiote, un déspota en toda la extensión de la palabra.

Por otros caminos más decentes y honrados han de ir, si Dios quiere, las miras de mi pobre primo... Y si no, al tiempo... Pero ellos están haciendo creer otra cosa para ver si cuaja... ¡Como no cuaje! Que cargue, que cargue con el zagalón de la botica... y gracias que no lo tenga el gandulón a menos, porque para ella sobra, ¡Ja, ja, ja, jaaá!

Veo que te interesan mis relatos, que harías carrera en el ejército á pesar de que pareces un alfeñique, pero tienes buen consejo. Pues oye, elige uno cualquiera de los objetos que dejé en la venta, el que te parezca más valioso, y te lo regalo, á condición de que te vengas con este zagalón y conmigo á Francia, en cuanto termine la misión que me lleva al castillo de Monteagudo.

Palabra del Dia

malignas

Otros Mirando