Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 18 de junio de 2025
Entonces, hasta los pajarillos huirán espantados ante la figura de seres extraños... ¡Dios mío!... ahuyenta de mí semejantes ideas... Ruego a mis hermanos y sobrinos que me perdonen si he insertado los versos anteriores en el presente diario. Yo entiendo que unos y otros no están en disonancia, puesto que son dos frutos de la misma savia. Continuemos el manuscrito de mi madre.
Respondiéndole el Alguacil, al mismo tiempo que los recibió: Vuesas mercedes perdonen el haberme equivocado, y el señor Licenciado se vaya libre y sin costas, más de las que le hemos hecho; que yo me he puesto a un riesgo muy grande habiendo errado el golpe.
Todos los días pido a la Virgen Santísima que le conserve la salud para que sirva de ejemplo a los que están en pecado mortal. Lo que debes pedir, Genoveva, es que purifique mi alma y me perdone los muchos que he cometido. ¡Bendito sea Dios! Si usted necesita que la perdonen siendo tan piadosa y humilde, ¡qué necesitaremos los demás! No sea tan severa consigo misma.
Comer... ¡menos que un pájaro! Me mantengo con un cacho de pan así, y ustedes perdonen el modo de señalar. Es malo comer: el pan quita sitio a la bebida. Además, da mareos y hace que a uno se le revuelvan las tripas, y arroje y repuzne a los demás por su cogorza indecente... A mí me mantiene el vino... ¡Viva el negro!... ¡y el blanco también! Esta es la mejor de las boticas.
No reñir, y cada uno á su puesto, que si me incomodo.... No ha de ser dijo el Sustantivo Mal, que en todo había de meterse. ¿Quién le ha dado á usted vela en este entierro, tío Mal? Váyase al Infierno, que ya está de más en el mundo. No, señoras; perdonen usías, que no estoy sino muy retebien. Un poco decaidillo andaba; pero después que tomé este lacayo, que ahora me sirve, me voy remediando.
No sólo digo á todos que le perdonen, sino también que le amen como si nunca hubiera pecado. Acordaos del hijo pródigo. Hoy es día de júbilo en esta casa, porque ha vuelto el delincuente, ha vuelto el que se creía perdido para siempre.
Unas bestias, y perdonen la palabra: lo mismo que sus señores padres, á los que no quiero ofender. Pero con la ayuda de Dios, han de salir ustedes de aquí como personas cumplidas, sabiendo presentarse en cualquier parte, ya que han tenido la buena suerte de encontrar un maestro como yo. ¿No es así?...
Perdonen ustedes, no pueden ustedes entrar... les dijo don Anselmo, y les dio casi con la puerta en las narices. Y pude ver que uno de ellos levantaba el puño de la mano en actitud amenazante. En dos palabras di cuenta a don Anselmo de mi resolución de abandonar la casa. Vaya, vaya, ¿a usted también lo ha picado la tarántula?
Dígala usted que hay un deber, el último entre todos los de la vida; el supremo entre todos los grandes deberes; el que nos imponen nuestras culpas; el deber de llorar y de pedir que nos perdonen; el deber de esperar la ventura y la dicha por el merecimiento de la humildad y del dolor.
Su QUIJOTE es el libro predilecto de las MUSAS, y mientras festivo consuela á tristes y melancólicos, é ilustra al ignorante, es al mismo tiempo una historia, la historia más fiel de las costumbres españolas. Opino, pues, con la sabia PALAS, y me perdonen los otros dioses que de mi parecer no participan. Esto bien lo recuerdas, ingrato APOLO.
Palabra del Dia
Otros Mirando