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Actualizado: 3 de mayo de 2025


Opuso un mutismo desesperado á las preguntas de Esteban, y al fin exclamó: ¡Tu padre nos abandona!... ¡Tu padre se ha olvidado de nosotros!... Y salió del comedor para ocultar las lágrimas que habían afluído á sus párpados. El muchacho durmió algo intranquilo, pero durmió.

El ama de gobierno la invitó á asomarse á uno de los balcones y le mostró allá sobre la meseta de la colina el pintoresco pueblecillo y medio oculto entre los árboles el camino que desde Entralgo llevaba á él. Aunque Regalado trató de acompañarla y guiarla, D.ª Beatriz se opuso resueltamente á ello.

Inspirado por la desesperación, D. José tuvo una idea, ¡oh rasgo de humanidad y de amor! Se le ocurrió salir disfrazado a pedir limosna, seguro de encontrar almas generosas. No llegó esto a efectuarse porque se opuso resueltamente Isidora. ¿Pero qué harían? ¿Pedir a Emilia? De ninguna manera.

Cuando el ayuntamiento de Lancia trató de pedir al Gobierno que enviase un regimiento para guarnecer la ciudad, se opuso, como concejal, tenaz y enérgicamente a ello. ¿A qué traer una caterva de zánganos? En cambio de los beneficios que la estancia del regimiento podría reportar, ¡eran tantos los daños!

Opuso resistencia, aunque débil; manifestó algunas dudas acerca de si les consentirían la entrada; habló vagamente de pulmonías, fiebres catarrales, etc. La generala no le escuchaba; le parecía su proyecto tan original, que por nada dejaría de ponerlo en obra; era de lo más romancesco que nunca se le hubiera ocurrido. Miguel aceptó al fin, aunque de mala gana.

El marqués quería acompañarla en su carrera, pero ella se opuso. No; prefería a Gallardo, que era un torero. ¿Dónde estaba Gallardo? El matador, todavía avergonzado de su torpeza, púsose al lado de la dama sin decir palabra. Salieron los dos al galope hacia el núcleo de la torada.

A estos pensamientos se mezclaba el orgullo de que á oídos de Clara llegara al día siguiente su nombre llevado por la fama. Una apoteosis se le presentaba confusamente ante la vista. ¿Por qué no? Sin duda aquello era providencial. Así es que la resistencia que al principio opuso fué disminuyendo á medida que se acercaba á la Fontana. No le tengáis por loco todavía. Llegaron.

A la mañana siguiente, determinó la esposa ir a enterarse de la noche toledana que habría pasado doña Lupe, y Maximiliano no se opuso a ello.

Reynoso sonrió aplicando sobre sus mejillas algunos besos prolongados. Es que estás nerviosa, hija mía. , muy nerviosa. Voy a llamar para que te traigan una taza de tila con azahar. Elena se opuso resueltamente. Se encontraba bien; no necesitaba otra cosa que tranquilidad y sentirle cerca de . Y se estrechaba contra él y le apretaba la mano y de vez en cuando la llevaba a sus labios.

La madre se opuso, con grandes extremos de susto que hacían palidecer sus mejillas y azulear sus labios. ¡El único Febrer, sometido a una existencia peligrosa y viviendo lejos de ella!... No; bastantes héroes había tenido la casa. Debía ser señor en la isla; un caballero de vida tranquila, que crease una familia para perpetuar el apellido que llevaba.

Palabra del Dia

hociquea

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