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Actualizado: 29 de julio de 2025


Tras el grupo de jefes y escuderos entraron en la población los soldados de Morel, mezclados con multitud de gentes del pueblo en cuyos semblantes se leía el contento que les causaba la llegada de aquellos bizarros defensores.

Cuando se tomó la determinación de colocar mezclados en toda esta provincia los religiosos de las tres religiones que ocupan sus curatos, tendría el gobierno razones que le obligasen a esta determinación, pero en el día no descubro motivo que embarazase el que cada religión ocupe un partido; y así me parece que la de San Francisco pudiera ocupar los trece pueblos que corresponden al obispado del Paraguay, así porque esta religión es más numerosa y puede hacerse cargo de mayor número de pueblos, con la ayuda de las misiones que vienen de Europa, como porque tienen contiguos a ellos los pueblos que proveen en lo restante de la provincia del Paraguay.

Delante se lleva el tabernáculo, seguido de la grandeza de España y de los diversos consejos, mezclados en desorden este día, para evitar disputas de preeminencia. Con los primeros acompañantes se observan también máquinas gigantescas, esto es, figuras de cartón, que se mueven por los esfuerzos de hombres ocultos en ellas.

Y mezclados con este rebaño femenino comen varios muchachos alemanes, rubios, orejudos y de mandíbula fuerte, niños tímidos que al hablar se cuadran como reclutas, lo que no les impide meterse América adentro a difundir valerosamente la quincalla de Hamburgo y de Berlín, en mula, en piragua o a pie, llevando el muestrario a la espalda lo mismo que una mochila.

Hacía mucho tiempo que Tragomer y Marenval no fumaban, suspendidos por el interés ardiente de aquel drama al que estaban mezclados tan de cerca y cuyos resortes secretos sabían mejor que el mismo protagonista. Se produjo un largo silencio durante el cual Jacobo se repuso de la emoción que le había producido el recuerdo de las peripecias de su historia.

Será cosa muy conveniente que el factor pueda conchabar, y conchabe, cuantos españoles se presenten, o puedan hallarse, para peones de las estancias, faenas de yerbales, beneficio de tabaco y para todas las ocupaciones que tenga a bien destinarlos, para que, mezclados con los indios en el trabajo, les enseñen y animen a trabajar; y así mismo convendría el conchabar algunos de estos españoles para capataces de las varias faenas que se emprendiesen, aunque estos últimos se deberían admitir con aprobación del gobierno, y no de otro modo.

Y porque yo no pretendo Tratar de gente extranjera, de nuestros españoles Digo que Lope de Rueda, Gracioso representante, Y en su tiempo gran poeta, Empezó á poner la farsa En buen uso y orden buena; Porque la repartió en actos, Haciendo introito en ella, Que ahora llamamos loa, Y declaraba lo que eran Las marañas, los amores, Y entre los pasos de veras, Mezclados otros de risa, Que porque iban entre media De la farsa, los llamaron Entremeses de comedia; Y todo aquesto iba en prosa Más graciosa que discreta.

Una careta vieja de cartón o un trapo con agujeros para los ojos era lo único que distinguía a las máscaras en aquel mundo donde todos parecían igualmente disfrazados. En medio de las callejuelas, junto a las puertas y en el interior de los corrales, veíanse montones de papelillos de color mezclados con la basura.

OTRO POSTRE. Se baten tres yemas con cien gramos de azúcar; después se baten las tres claras a punto de nieve, y mezclados con otros cien gramos de azúcar para que esté como merengue; se pone en un plato como para pastel moka; una capa de la pasta de yema, otra de bizcocho, otra de merengue, y así sucesivamente, procurando terminar con la del merengue, espolvoreándola con canela molida y mejor aún con chocolate molido.

Su corazón latía violentamente y poco faltaba para que la angustia la venciera. La voz del intendente seguía gritando con la misma violencia; pero la condesa hablaba al mismo tiempo que él, y Marta sólo pudo oír sonidos mezclados y confusos, y palabras sin ningún sentido. Creyó entender, sin embargo, que hablaban de Elena, del viejo conde y de su herencia.

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