Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 21 de julio de 2025
La Iglesia, compenetrada con el pueblo, vive en paz con las otras religiones del país; una burguesía inteligente crea en el interior poderosas industrias y arma en las costas la primera marina de la época, y los productos españoles son los más apreciados en todos los puertos de Europa.
Vió la barbuda cara del Tritón en este supremo instante, vió al poeta Labarta lo mismo que cuando contaba á su ahijado las aventuras del viejo Ulises, su lucha de náufrago con los peñascos y las olas. De nuevo la dilatación marina le arrojó contra una roca, anclándose en ella con el agarreo instintivo de sus manos.
Había pasado su vida en continua lucha con la marina real inglesa, burlando la persecución de los cruceros en su famoso bergantín repleto de carne negra, que transportaba desde la costa de Guinea a las Antillas. Audaz y de una frialdad inalterable, jamás le vieron oscilar sus marineros. Contábanse de él cosas horripilantes.
Cuando Génova, agotada, iba á entregarse, moría Alfonso el Magnánimo, y sus sucesores olvidaban las rivalidades con la República, para dedicarse á las guerras por el dominio de Nápoles. La marina catalana aún siguió dominando el Mediterráneo comercialmente. A sus antiguos buques agregó las galeras gruesas y las galeras sutiles, las tafureyas, panfiles, rampines y carabelas.
Lo que se podrá hacer es que yo os daré por esta ventana muchísimos dineros de oro: rescataos vos con ellos y vuestros amigos, y vaya uno en tierra de cristianos, y compre allá una barca y vuelva por los demás; y a mí me hallarán en el jardín de mi padre, que está a la puerta de Babazón, junto a la marina, donde tengo de estar todo este verano con mi padre y con mis criados.
O una Tarsilita. ¿Te acuerdas de Tarsila que tuvo aquel lance con aquel cadete, y después con Alvarito Mesía no sé qué amoríos? Todo era inocencia decían los bobalicones de aquí. Si es claro, si genio y figura... Cuando falta una base firme... ¡Si sabrá una!... ¿Pues, Obdulita? Ya ves lo que se dijo el año pasado; después se negó, se aseguró que era una calumnia... ¡A mí, que soy tambor de marina!
Entendiéndolo así Leto, a una señal muy expresiva y cuatro palabras enérgicas enderezadas a Cornias, fue el balandro recogiendo todas sus lonas, como la gaviota sus alas al posarse blandamente sobre la onda marina.
A la banda de Poniente, hacia el campo de los turcos, estaba otra compañía; á ésta le tocaba la guardia por orden del Sargento mayor, con su socorro también, como los otros. Esta compañía se ponía cerca de una mezquita de moros, y poco lejos della se ponían las centinelas hasta la marina.
De los que se iban sabían todo lo que hacíamos; pero no hicieron daño en ellas con la artillería, ni cosa en el fuerte de pensar que estar por batería, más que derribar alguna marama del castillo y desencabalgar algunas piezas de artillería nuestras. Pasaron después la artillería adelante y batieron el turrión de la marina del castillo. En éste hicieron más batería que otro ninguno.
Vivía allí disfrutando de un capital que había juntado en su larga carrera profesional, procurándose, con escrúpulos de monja, cuantos goces higiénicos, cuantos cuidados y regalos puede inventar una imaginación experta y dedicada exclusivamente a tan grata tarea; los razonamientos, o por mejor decir, la charla insustancial del oficial de marina, le ponía fuera de sí, le alteraba la bilis, era su única cruz en esta vida.
Palabra del Dia
Otros Mirando