Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 27 de mayo de 2025
Maltrana también le había visto irritado, con la cólera del loco pacífico que pierde su tranquilidad. Le saludaban con blasfemias cuidadosamente rebuscadas para provocar su furor. Al principio las acogía cerrando los ojos, bajando la cabeza, como un mártir en las primeras angustias del tormento; pero su paciencia se agotaba al ver que el pecador insulto iba abarcando toda la corte celestial.
Y después, con desprecio, en la augusta agonía de la tarde, se ríe el hombre de su orgullo necio que quiso hacer de indiferencia alarde, pues mientras vive, lucha, y es al cabo, César potente o miserable esclavo, lidiador en la vida, aun el cobarde. Siempre el mortal, en su inquietud batalla; y mártir o verdugo, vencido o vencedor, en la lid halla lauro esplendente o vergonzoso yugo.
Su muerte fue de esas que vulgarmente se comparan a la de un pajarito. Decían los vecinos y amigos que había reventado de gusto. Aquella gran mujer, heroína y mártir del deber, autora de diez y siete españoles, se embriagó de felicidad sólo con el olor de ella, y sucumbió a su primera embriaguez.
Es de advertir que en la primitiva iglesia no se tenian en público por santos ni se hacia fiesta como á tales sino á solos los mártires, y que en la iglesia mozárabe de Córdoba perseveraba esta costumbre. «En padeciendo un mártir, dice Ambrosio de Morales, luego le celebraban la fiesta en todos los años, le decian sus horas y le daban su leyenda.» Proclamábanse, pues, los santos en la España árabe por voz pública en cuanto morian, sin esperar canonizacion de Roma.
Sus fieles soldados cavando su fosa Cubrirán de tierra con mano piadosa La frente laureada que el mundo admiró. «Al pié de su tumba que calle la envidia! Su espíritu noble preside á la lidia Que aun arde en nosotros su llama inmortal. Apóstol y mártir su pueblo le nombra, Y grande y serena su pálida sombra De dulce esperanza levanta el fanal.
Cuantos más dolores pasa el mártir, tanto más ama la palma del martirio. Luisa y su amante se habian enamorado con un doble afecto: se habian enamorado de sus personas y de su infortunio; se amaban por lo que se amaban y por lo que sufrian; por lo que sentian y por lo que lloraban; es decir, se amaban como amantes y como héroes.
«La Virgen le decía que sí, que estaba bien hecho; que aquella resolución era digna de un cristiano. Donde quiera que hay una cruz con un muerto, se puede llorar al pie, sin pensar en lo que era el que está allí colgado; mejor se podrá llorar al pie de la cruz de un mártir.
Es que yo adoro las lágrimas y el mundo se rie de ellas; es que es mi ambicion muy grande ó que mi alma es muy pequeña: es que siempre, combatido por encontradas ideas, fluctúa mi pensamiento por que la verdad no encuentra; es que no tengo la fé del mártir ni del poeta; es que todos mis dolores son despreciables miserias que no levantan el ánimo y que las fuerzas enervan; es que anhelo un imposible, delirio de mi tristeza; es que me falta un apoyo á que asir mi mano trémula; es ¡ay Dios! que el alma mia no ha hallado su compañera.
Oh, mil veces, mil veces venturosa La juventud que en lucha tan hermosa Puede toda su sangre derramar; La que serena ante el embate rudo De los tiranos, cae en el escudo Del mártir de una causa universal.
Volvió Morales á su patria con el orgullo y la aureola de un mártir político. El grande hombre del partido, que era ahora gobernador de la provincia, le estrechó la mano, honor que hizo llorar al mestizo. Te conozco, héroe; eres un superviviente de la noche inolvidable. Ya quedan pocos.... ¿Qué deseas obtener?... Morales era de fácil contentamiento. Quería, simplemente, entrar en la Policía.
Palabra del Dia
Otros Mirando