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Actualizado: 5 de mayo de 2025
Yo he insistido con la chacha Ramoncica para ver si lograba que Isabelita hablase conmigo por una reja: pero la chacha me ha explicado que esto es imposible. Isabelita duerme en un cuarto interior, para salir del cual tendría que pasar forzosamente por la alcoba en que duerme su madrastra, y apoderarse además de la llave, que su madrastra guarda después de haber cerrado la puerta de la alcoba.
¿Y por qué me ha de importar a mí que sea Luis el padre? María Josefa quedó un poco desconcertada. Como ha sido tu novio... ¡Pero como ya no lo es! replicó encogiéndose de hombros desdeñosamente. Y se puso a hablar con Granate, que tenía del otro lado. Aquella indiferencia era pura comedia que su orgullo lograba representar.
Que tardó una hora larga en llegar; porque el señor don Santiago Núñez estaba con un ataque reumático hacía una semana, y, aunque ya se levantaba, no podía salir a la calle: gracias que arrastrando, arrastrando, lograba llegar desde el dormitorio a su despacho. La rodilla, la pícara rodilla derecha, que no acababa de jugar los goznes como la otra, tenía toda la culpa.
Raro era el día que no tuviésemos algunos invitados a almorzar o a comer. Esto era para mi un medio de conocer las maneras sociales y aprender, como me había dicho el cura, a equilibrar mis sentimientos. Pero debo advertir, que no equilibraba mucho que digamos, y que no lograba nunca disimular pensamientos e impresiones tan chocantes como impertinentes.
De estas manijas se asían los ginetes para disputarse la presea del combate, que generalmente tenia por arena toda la Pampa, pues el que lograba arrebatar el pato procuraba ponerse en salvo, y la persecucion que con este motivo se hacia, era la parte mas interesante del juego.
Cuando esto le pasaba, el P. Gil se mesaba los cabellos y se mordía las manos; metía la frente por la almohada, a ver si lograba paralizar su pensamiento. Se horrorizaba de sí mismo. Después del lamentable suceso que privó a D. Miguel de licencias para confesar y decir misa, quedó él al frente de la parroquia.
Lograba que fuera de su casa olvidara o prescindiera el vulgo de los antecedentes de D. Joaquín, no le quisiera mal y casi le respetara. Y lo que es en casa, con sus mimos y con su dulzura, Rafaela le hacía dichoso, arrebolando y dorando con luz alegre los días de su vejez y colmándolos de satisfacción y de ventura.
Por lo demás, el tío Gorico no perdía nunca la razón; lo que lograba era envolver aquella luz del cielo en una gasa tenue, en un fanal primoroso, que le hacía ver las cosas del mundo exterior y todo lo interno de su alma y los tesoros de su memoria como al través de un vidrio mágico.
No sería culpa mía si lograba regresar a la otra orilla. Los restantes con quienes tenía que habérmelas eran tres: dos de guardia y De Gautet dormido. ¡Ah, si hubiera tenido las llaves en mi poder! Con ellas lo hubiera arriesgado todo y atacado a Dechard y Bersonín antes de que sus secuaces pudieran acudir en su auxilio.
Y sin embargo, esos ruidos eran ahogados por el grande ¡oh! ¡oh! ¡Tal era la inmensidad, el poder, lo espantoso de esto! El viento nos parecía secundario, si bien lograba hacer penetrar la lluvia.
Palabra del Dia
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