Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 20 de junio de 2025


No es la Tabla de Logaritmos, ni el Fuero Juzgo, ni las Ordenanzas de Aduanas. Juicio, mucho juicio, Sr. Miquis. El juicio está claro, señorita. Yo lo que me digo. Oye bien. Por mi padre, que es lo que más quiero, juro que me caso contigo. ¡Huy, qué prisa!... Está dicho. ¡Mira éste! Un Miquis no vuelve atrás; un re non mente; la palabra de un Miquis es sagrada. ¡Bah, bah!

Y no pensarás en otra, y no verás a otras muchachas, porque yo lo sabré.... Y no irás a la Plaza a oir a Gabrielita.... ¡Linilla! No pienses mal de .... Gabriela es guapa, elegante, y qué cosa más fácil que .... ¡Me enojo, Linilla!... ¡No; es pura chanza!... Pero, seriamente: ¿verdad que no pensarás en otra, aunque sea linda, hermosa, mejor que yo? Te lo juro, Angelina....

No queriendo aparecer ni aun en sombra por la aborrecida calle de la Sal, busquéle allá por la Alcaldía de Casa y Corte, donde con toda seguridad pensaba encontrarle, y al punto que me vió... No, no es verosímil, no lo van ustedes a creer. ¿Necesitaré jurarlo? Pues lo juro: juro que es la pura verdad.

De pronto, un relámpago desgarró la obscuridad. Ragasse dio un salto. ¡Mi capitán! ¿No está usted herido? No, tiene que volver a empezar respondió Carlos tranquilamente. Sonó otra detonación tan cerca del soldado, que éste balbució aterrado: Mi capitán, le juro a usted que no he sido yo. ¡Naturalmente!... ¿Se ha acabado? , mi capitán. Entonces, en retirada; de prisa. Dieron unos cuantos pasos.

1 Cuidaréis de poner por obra todo mandamiento que yo os ordeno hoy, para que viváis, y seáis multiplicados, y entréis, y heredéis la tierra, de la cual juró el SE

Colgose del cordón de la campanilla, pidió auxilio a sus criados y juró echarlos a todos, como a perros, si no encontraban la nariz. ¡Inútil amenaza! La nariz era más imposible de encontrar que la Cámara de 1816. Dos horas transcurrieron en medio de la agitación, el desorden y el ruido.

Les juro que creía que mis compatriotas no tenían mas que sangre de nabo en las venas. Le prometo, señor vizconde, prepararlo con todo esmero. EUSTAQUIO. ¡Vamos a ver de qué se trata...! A me gusta conocer siempre el asunto, porque debe usted comprender que si éste no me agrada lo enviaré a un compañero. EL VIZCONDE. Apruebo sus escrúpulos.

¿Qué es eso, Simón? preguntó el señor de Morel. ¿Qué atropello ha cometido el arquero? Si ha ofendido á esa mujer ó apoderádose de su hacienda, juro dejarlo colgado en la plaza del pueblo, aunque sea el mejor soldado de mi compañía. No, señor barón, contestó el veterano esforzándose por contener la risa.

¡Ah! exclamó la dama y estrechó el brazo del joven. Decidme: detened á ese hombre, y no da un paso más. ¿Y mataríais por á quien no conocéis? ¿á un hombre que ningún mal os ha hecho? . ¿Y si no fuera yo quien creéis? ¿Quién otra pudiera ser? La dama de palacio. Es que yo no he visto en palacio ninguna dama. ¿La habéis prometido callar? Os juro que á ninguna dama he visto.

La ociosidad, lo mucho que te has divertido y el esplín inglés te ponen así. Y yo te juro que te aburrirás más si no vuelves a Dios tus miradas. Haz lo que yo, Manolo; dale un puntapié al mundo; hazte chiquito para ser grande; bájate para subir. ya no eres pollo; no te has de casar ya.

Palabra del Dia

vorsado

Otros Mirando