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Actualizado: 16 de junio de 2025


Así es que cualquiera cordobesa, si no es manca y tiene mediano caletre, podrá jactarse en el día, como ha más de tres siglos se jactaba la Lozana, si es que la modestia lo permite, de que sobrepuja a Platina De voluptatibus y a Apicio Romano De re coquinaria.

La monja que había reprendido a su compañera se destacó del grupo para decirle: Madre, la hermana Luisa acaba de jactarse de coser mejor que la hermana Isabel y se ha impacientado mucho porque le dije que no debía hacerlo. ¿Es verdad, hija mía? preguntó en tono severo la superiora. La hermana Luisa bajó la cabeza.

Ni antes me lo daban tampoco; pero esa canalla puede jactarse de haber hecho una buena presa. ¡Pobres chinos!... A estas horas estarán comiéndose sus cuerpos los caníbales; pero la culpa no ha sido nuestra. Si no se hubieran emborrachado todos estarían a salvo a bordo del junco. ¿Y lograremos nosotros llegar a la costa de Timor? ¿Y por qué no, señor Cornelio?

¡Oraciones!... Simplezas... Eso es lo que saben hacer... Hay quien los quiere; pero no... Si hay un Dios, tendrá otra cosa que hacer que ocuparse de , según parece... Puede jactarse de haberme hecho dura la vida, el tal Dios... ¿Por qué hay pobres como yo y ricos que no carecen de nada? Cuando oigo a los chicos aullar de hambre, ¿cree usted que tengo ganas de dar las gracias a ese Dios?

Lo que no me impedirá llevar infiltrado en mi sangre y en mi corazón el veneno de la duda, que corromperá mi existencia y también la suya. ¿Quién puede jactarse de ahogar para siempre la sospecha, ese monstruo de cien cabezas siempre renacientes? ¿No he visto a todos los hombres a sus pies? ¿No me inspiró sospechas recientemente Gerardo Lautrec?

La chimenea devolvía el humo; no se podía entrar allí sin asfixiarse, ni en el comedor, que estaba cerca. Pocos vetustenses podían jactarse de haber visto ni el comedor ni la cocina de Visita. Y eso que tenía tertulia, y se presentaban charadas y se corría por los pasillos.

Y diciendo esto, el viejo sargento se acercó al mostrador y se bebió la copita de un solo trago. ¡A vuestra salud, ciudadano! ¿Acaso es usted el padre de Gaspar? No, soy un pariente. ¡Pueden ustedes jactarse de ser fuertes en la familia! ¡Vaya un ejemplar de hombre de veinte años! Así, a pesar de todo, él ha podido resistir, mientras que los otros caían por docenas.

Pocos podían jactarse de conocer la casa del Provisor de arriba abajo; casi nadie había visto más que el vestíbulo, la escalera, un pasillo, la antesala y el salón de cortinaje verde y sillería con funda de tela gris; y aun el salón medio se veía porque estaba poco menos que a obscuras.

Y lo más curioso es que no se conoce el orgullo. En Francia todo el orgullo está concentrado en la vida militar: fuera de eso, los mayores peligros no se tienen en cuenta; créese cosa muy sencilla afrontarlos todos los días sin jactarse de lo que se hace.

Aun suponiendo que Dafnis y Cloe tenga cuantas faltas yo censuro, no se ha de inferir que por haber yo cometido esas faltas no las pueda y deba reconocer como tales. Malo es ser pecador, pero es pésimo jactarse del pecado y procurar que se tome como primor y acierto. La diferencia, sin embargo, es grandísima.

Palabra del Dia

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