Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 13 de mayo de 2025
Lo que más tememos en ella es el dolor que la acompaña o la enfermedad que la precede. Pero ya no es la hora del juez irritado e incognoscible el objeto único y espantoso, el abismo de tinieblas y de castigos eternos. Nuestra moral ¿es menos alta y menos pura desde que es más desinteresada? ¿La humanidad ha perdido un sentimiento indispensable o precioso perdiendo un temor?"
El cochero, confuso e irritado a la vez, le miró de un modo indefinible. Sus labios se movieron como para decir algo; mas al fin salió de la estancia sin articular palabra. #Precipitación.#
Castro, irritado por tal actitud, contestó sin vacilar: Es un disparate, y no quiero. Siguió la inmovilidad del príncipe ante esta negativa, pero Atilio creyó adivinar sus ideas en la mirada hostil fija en él. Le acusaba de ingratitud al verse abandonado.
Después de mucho vacilar, el sargento le permitió volverse a su casa, aunque acompañado de un carabinero que averiguase si efectivamente alojaba en la posada que decía. Irritado por aquella aventura peligrosa y ridícula, se presentó al día siguiente en casa de la generala, sin tomar precaución ninguna, y la manifestó que no quería oír hablar de citas misteriosas.
Y sin embargo, en las minas y en las fábricas todo el que trabajaba sentía un sordo rencor, una ira reconcentrada, un anhelo irritado de justicia, como si á todas horas fuesen víctimas de un robo audaz, de un despojo inhumano.
Movíase el toro como irritado ante un obstáculo, llevando enganchado de uno de sus cuernos un envoltorio de ropas semejante a un monigote. Con los violentos cabezazos el informe paquete se soltó del cuerno, expeliendo un chorro rojo, pero antes de llegar al suelo fue alcanzado por el asta opuesta, que a su vez lo zarandeó largo rato.
Irritado Deza con el loable trabajo de Lebrija pareció ante los Reyes Católicos i les pidió una órden para proceder contra este esclarecido varon, no atreviéndose á perseguirlo desde luego, porque sabia el mucho amor que la reina tenia á sus estudios i letras.
Doña Cristina se había irritado muchas veces por no poder alegar ninguna falta contra aquel hombre que vivía tranquilo, sin acordarse de la religión, cerrando su casa á los ministros de Dios. De aquella carta pecadora le había quedado el principio impreso en la memoria: «Mon gros loup cheri». ¿Qué querría decir esto?
Irritado por tanta cobardia è impericia, el Brigadier D. Josè Joaquin de Viana, Gobernador de Montevideo, volò al campamento de Freyre á instarle para que rompiese cuanto antes estas treguas vergonzosas. Las palabras de este bizarro oficial despertaron el valor de sus compañeros, que, bajo su direccion y auspicios, derrotaron en un primer choque
¡No puedo, madre, no puedo; perdóneme! replico aquélla haciendo esfuerzos por contenerse, sin resultado alguno. Déjela usted reír. La verdad es que la cosa tiene más de cómica que de seria dije yo afectando buen humor, pero irritado en el fondo. Estas palabras, en vez de alentar a la hermana, sosegaron un poco sus ímpetus y no tardó en calmarse.
Palabra del Dia
Otros Mirando