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Actualizado: 11 de mayo de 2025
No viendo aparecer las llamas, su marido creyó extinguido el incendio, y se glorificó por ello. Todos estos diablillos de mujeres decía a sus amigos del círculo , viven siempre en las nubes, y eso acaba mal He tomado la mía pequeñita, y he soplado sobre todas esas estupideces de romanticismo... Ahora está tranquila, y yo también... ¡Oh! ¡Dios mío!
Entre los años de triste memoria para los aficionados sevillanos al arte de Talía lo fué él de 1620, pues en él se incendió y destruyóse por completo el famoso corral de el Coliseo, donde tan célebres representantes trabajaron y que tan favorecido era por el público de nuestra población.
Con la fábula de Céfalo y Proclis, de las Metamorfosis, de Ovidio, VII, 794, aparece también en íntimo y artístico enlace el famoso Heróstrato, que incendió el templo de Diana. Este drama, también, es uno de los mejores de su clase, y contiene muchos rasgos de verdadero genio. El faetonte ó El hijo del Sol, Faetón.
En tanto el océano, indiferente a las risas y a las angustias de aquellos insectillos que rozaban su bruñida epidermis, reverberaba el incendio del sol en toda su intensidad, gozando este placer augusto con el mismo sosiego que en los primeros días del mundo.
La plazuela estaba solitaria y el rojo ambiente del incendio hacía más lóbregas las calles inmediatas. Algunos chuscos arrojaban en la hoguera manojos de cohetes, que salían como rayos, culebreando su rabo de chispas, arrastrándose de una pared a otra y remontándose en caprichosas curvas hasta la altura de los balcones, para estallar con estampido de trabucazo. Los municipales no veían los cohetes, pues al fijarse en el aire matón de la chavalería que los disparaba, permanecían metidos en el portal, sordos y ciegos. Andresito pensaba que si alguno de aquellos rayos baratos le pillaba en su sitio, no le dejaría ganas en una temporada de ser frailecito blanco y llorar los desdenes de su hermosa; pero permaneció inmóvil. Irse de allí era renunciar a su venganza.
En el palacio del obispo brillaban como láminas de acero enrojecido los cristales de los miradores, cual si reflejasen un incendio.
Saco é incendio de las juderías de Sevilla, Valencia i otras ciudades. Conversion de muchos judíos al cristianismo. Bautízanse casi todos los que fueron á la disputa. Bula de Pedro de Luna contra los judíos aun no convertidos al cristianismo. Repartimiento hecho á los judíos en 1474.
Mover los trastos era para ella algo semejante a incendio o demolición; pero no había más remedio que dar el salto del Norte al Sur de Madrid, pues teniendo Maximiliano que pasar la mayor parte del tiempo en la botica de Samaniego, era una falta de caridad hacerle recorrer dos veces al día los tres cuartos de legua que separan el barrio de Chamberí del de Lavapiés.
Tenéis marcada el alma con el hierro de los esclavos, y sois mendigos porque debéis serlo. El día en que los pobres se juntasen para quemar las siembras, para envenenar las fuentes, sería el día de la gran justicia... Ese día llegará, y el sol, sol de incendio y de sangre, tendrá la faz de Dios.
442 Recorre luego la fila, frente a cada indio se para, lo amenaza cara a cara y, en su juria, aquel maldito acompaña con su grito el cimbrar de la tacuara. 443 Se vuelve aquello un incendio mas feo que la mesma guerra: entre una nube de tierra se hizo allí una mezcolanza de potros, indios y lanzas, con alaridos que aterran.
Palabra del Dia
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