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Actualizado: 30 de abril de 2025
El árabe, veloz, ligero, sin los útiles que la vida civilizada hace indispensables al soldado francés, vuela sobre las llanuras, mientras el pesado jinete europeo lo persigue inútilmente». Conozco, conozco el refrán.
¿Perla? más bien Rubí, ó Coral, ó Rosa encendida por lo menos, á juzgar por tu color, respondió el anciano ministro extendiendo la mano, inútilmente, para acariciar la mejilla de Perla. ¿Pero dónde está tu madre? ¡Ah! Ya comprendo, agregó; y dirigiéndose al Gobernador le dijo en voz baja: Esta es precisamente la niña de que hemos hablado; y ved ahí á esa infeliz mujer, á Ester Prynne, su madre.
Esta petición aumentó el remordimiento del príncipe. ¿Dónde puede encontrar un hombre un alfiler?... Mientras Alicia buscaba en sus ropas inútilmente, él pensó en regresar al Museo ó escalar los peñascos hasta una de aquellas casas donde vivían los empleados del príncipe. Habría dado cien francos por un alfiler... pero se acordó de que no tenía nada en sus bolsillos.
¡No importa, mi Octavio! ¡Dame, dame la morfina! Nébel dejó que los brazos se tendieran inútilmente a él, y salió con Lidia. ¿Tú sabes la gravedad del estado de tu madre? Sí... Los médicos me habían dicho... El la miró fijamente. Es que está mucho peor de lo que imaginas. Lidia se puso lívida, y mirando afuera entrecerró los ojos y se mordió los labios en un casi sollozo.
Quiso oponerse la ciudad; pero inútilmente. El emperador, que no habia visto nunca la mezquita, tuvo que fallar la contienda; y falló... en favor de D. Alonso.
La partida rara vez lo sigue; mataría inútilmente sus caballos, porque el que monta el Gaucho Malo es un parejero pangaré tan célebre como su amo.
Bebí un gran vaso de un vino rubio, claro, que cayó gorgoteando dentro de mi estómago vacío. «De esta manera no voy a llegar nunca al grado de ternura que quiero», me dije, buscando inútilmente el Jerez con los ojos. Entonces me sacudí: Come, pues, alguna cosa le dije. Y me sentí en la gloria por haber pronunciado esa frase. Ella se inclinó y se introdujo la cuchara en la boca...
No hallo, la he buscado inútilmente por todas partes; no veo la moralidad de la intencion, esa moralidad interior, absoluta, que existe por sí, que tiene bastante con ella misma; esa moralidad que nace de nuestro albedrío, de nuestra voluntad, de nuestra deliberacion, de nuestro deseo, este deseo que es la virtud más alta y más grande con que Dios enaltece al hombre; no veo, no hallo, no vislumbro la moralidad del sentimiento que ama lo justo y lo virtuoso, por el placer magnánimo de amar la justicia y la virtud.
El P. Gil hacía esfuerzos desesperados por arrojarla de su cerebro, aunque inútilmente. Cayó de nuevo en aquel estado angustioso de duda en que le dejaran los libros de exegesis bíblica, mucho más angustioso y miserable porque se veía lanzado en pleno materialismo, lejos de la idea de Dios y de la inmortalidad.
»Esperamos inútilmente; permanecimos solos el resto de la noche, y cuando los primeros rayos del día iluminaron las vidrieras de la capilla, Carlos no había aparecido. »Pasó el día, pasaron también los siguientes y no volvió a presentarse en el castillo.
Palabra del Dia
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