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Actualizado: 9 de junio de 2025
El número de las personas que se han de introducir es mi voto que no deben ser tan pocas que parezca la fiesta sorda, ni tantas que engendren confusion, aunque en nuestra comedia Tinellaria se introdujeron pasadas de veinte personas, porque el sujecto della no quiso ménos. El honesto número me parece que sea de seis hasta doce personas.
Cordero puso las palmas de sus manos en las sienes de ella, y atrayéndola, le dio un beso en la frente, diciendo: Gracias a Dios que te puedo dar este besillo, para demostrarte de un modo material el cariño honesto que te profeso, cariño de padre, que yo quise echar a perder tontamente. No te avergüences de lo que sientes al oír lo que acabo de decirte.
Desgraciado niño... Vaya se acabaron los regaños, picarillo. Estás perdonado; desde hoy se acabó el mirar a esas desvergonzadas muchachuelas que van a casa de Poenco y comprenderás todo lo que vale un trato honesto y circunspecto con personas de peso y suposición.
Pues qué, ¿una mujer de honor, una buena cristiana, ha de amar sólo la hermosura física y el desenfado en el hablar? ¿Será menester buscarle para marido, no á un caballero de su clase, honrado, temeroso de Dios, virtuoso lleno de atenciones y buenos deseos de hacerla dichosa, sino á algún saltimbanquis robusto, á algún truhán divertido, que provoque en ella con sus chocarrerías una risa indecorosa y un regocijo poco honesto?
Tengo hasta seis docenas de libros, cuáles de romance y cuáles de latín, de historia algunos y de devoción otros; los de caballerías aún no han entrado por los umbrales de mis puertas. Hojeo más los que son profanos que los devotos, como sean de honesto entretenimiento, que deleiten con el lenguaje y admiren y suspendan con la invención, puesto que déstos hay muy pocos en España.
Este cambio no pudo pasar inadvertido a nadie, pero menos a Miguel. Observolo con placer, con el placer del artista que contempla la obra salida de sus manos; fue un aliciente más para seguirla enamorando sin calcular las fatales consecuencias que aquel devaneo honesto podría traer consigo.
También dejo un testamento en el que le nombro tutor de mi hija. Usted es el único que me inspira confianza. Aunque alguna vez se ha inclinado más del lado de mi adversario que del mío, eso no importa. Sé que es usted un joven «honesto», y le confío mi hija y mi fortuna: todo lo que poseo en la tierra.
Viva mil siglos la gran Dulcinea del Toboso, y sea su nombre estendido por toda la redondez de la tierra, pues mereció ser amada de tan valiente y tan honesto caballero, y los benignos cielos infundan en el corazón de Sancho Panza, nuestro gobernador, un deseo de acabar presto sus diciplinas, para que vuelva a gozar el mundo de la belleza de tan gran señora.
Mientras tanto, el jornalero, el honesto jornalero de brazo nervudo y de tórax fuerte y levantado como su conciencia, sale para el trabajo, dejando en su modesto hogar a la compañera en la sencilla labor de cada día, y, en el divino sueño de la infancia sana, los hijos de la salud y el amor.
Me es duro hablarles así y sufro más yo diciéndoles estas cosas que ustedes mereciéndolas; pero hemos salido de Buenos Aires dejando ustedes virtualmente una promesa, y yo me he encargado de que la cumplan contando con ustedes que al aceptar la idea de este viaje se ponían a mi servicio; es decir, al de un propósito honesto y digno, en cuya consecución el mayor beneficio será para ustedes.
Palabra del Dia
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