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Actualizado: 13 de octubre de 2025
Salió ganando la Iglesia, porque los infelices menestrales comenzaron a ver visiones y pidieron confesión a gritos, arrepintiéndose de sus errores con toda el alma. Y nada más: a eso se había reducido la revolución religiosa en Vetusta, como no se cuente a los que comían de carne en Viernes Santo. Don Pompeyo no creía en Dios, pero creía en la Justicia.
En este punto de la independencia infantil se va ganando terreno velozmente, y yo fuí avanzando en mi camino, con tal rapidez que llegué en poco tiempo a gozar de completa libertad. Muchas veces dejaba de ir a la escuela con Zelayeta y Recalde.
Treinta y cinco dias despues de este acontecimiento, es decir, el 28 de Noviembre, el ejército de occidente, al mando de Toro, atacaba á las tropas de guarnicion en Coro, desalojándolas de un reducto y tomándoles un cañon; y dos dias despues ponia en fuga á las de Miyares, que le salió al paso en Sabaneta con 800 hombres entre infantes y caballos, haciéndole algunos prisioneros y ganando una pieza de campaña.
Así cuentan de un tal indio llamado Ignacio que no sabe vivir sin andar en busca de infieles y ganando almas á Cristo; y el P. Juan Bautista de Zea, en su ida á los Zamucos, le escogió por capitán de los demás, y á él singularmente fiaba los negocios más graves del bien de aquella gente.
Había prestado sus servicios en unas cuantas fábricas, ganando lo preciso para vivir, y cuando llegaba el momento de la guerra, en vez de quedarse en América para trabajar en un gran centro industrial é inventar algo que le hiciese rico, prefería ser soldado, debiendo sólo á un capricho de la suerte el no quedar tendido para siempre sobre la tierra de Europa.
Para gustar de los colores chillones ahí están esas cursis de Emilia y Leonor... ¡Cómo me agradan los terciopelos y las felpas de tonos cambiantes! Un traje negro con adornos de fuego, o claro con hojas de Otoño resulta lindísimo... El buen gusto nace con la persona... »Vamos, gracias a Dios que me duermo. Poquito a poco me va ganando el sueño.
El que va ganando en este asunto eres tú.... ¿Sois novios ya? Hasta ahora no tengo noticia.... No le he dicho nada aún.... Sé que no le soy antipático. Nos miramos con buenos ojos; pero de relaciones, nada. Antes de pedírselas he querido consultar con usted, la persona más caracterizada que hoy tengo dentro de la familia en Madrid. Muy bien hecho. Has procedido dignamente.
Al carácter agudo del padecimiento siguió el crónico; los ataques perdieron en intensidad, ganando en duración; tuvo fiebre, y en lo sucesivo raro fue el día que pasó medianamente.
¿En este? dijo la mona, bailando el zapateado en el limpia-barros del cuarto de la izquierda. Porque todos los pisotones de menos que le demos al nuestro, eso vamos ganando. ¿Sabe, señora, sabe?... agregó Papitos, que a pesar de venir sofocada de tanto correr, seguía bailoteando en el felpudo ajeno . ¿No sabe lo que hay allí?
Allí, con su buen carácter, mucha paciencia y grande aplicación, fue haciéndose lugar y acrecentando su peculio, gastando menos según iba ganando más; hasta que a los quince años de droguero y a los veintiocho de edad, creyéndose bastante rico y por otros motivos que se sabrán, su amo le cedió la droguería con unas condiciones que, sin dejar de ser buenas para el cedente, eran un filón de plata para el ahorrativo e inteligente castellano.
Palabra del Dia
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