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Actualizado: 14 de julio de 2025


Detrás de la imagen arcaica desfilaba lo más interesante de la procesión: el ejército doliente de los que deseaban hacer pública su gratitud al Señor del Milagro por los favores recibidos. Eran «chinitas» de juvenil esbeltez y frescura jugosa, con una vela en la diestra y un manto negro sobre la falda hueca de color vistoso y amplios volantes.

La noble ciudad de Segovia no tenía mancebía continuó Maltrana . A juzgar por un informe de Solís al rey, las mujeres de partido distribuían sus favores en unos corrales de ganado de las afueras, y él solicitó para y sus descendientes el privilegio de poder establecer una mancebía oficial dentro de los muros de la ciudad.

Las anteriores palabras, en la generalidad de los casos despiertan la indignación; pero juramos á nuestros lectores que en el tono y la forma en que lo dijo la india, solo originan la gratitud. Es de advertir que aquella no tenía amores con mi amigo, y solo había tenido ocasión de prestarle aquel algunos pequeños favores.

Y, hojeando casi todo el librillo, halló otros versos y cartas, que algunos pudo leer y otros no; pero lo que todos contenían eran quejas, lamentos, desconfianzas, sabores y sinsabores, favores y desdenes, solenizados los unos y llorados los otros.

Así lo publica nuestro reconocido agradecimiento, pues aunque en su católico celo nada hay en esta especie, que su generosidad lo juzgue exceso, verdaderamente que los favores y expresiones hechas á los Jesuitas del Paraguay, pudieran parecer exceso en otro amor y en otro Rey.

No á qué debo yo, persona de tan humilde origen, el que usías me traten con tanta benevolencia y me colmen de favores. ¿Qué he hecho? ¿Quién soy? ¡Ah!

Merced á la mediación de Don Luis de Rivera, á quien Don Juan viene recomendado, en Toledo, consigue éste salir á veces de la cárcel y hablar, por la reja, con su amada, que, sin embargo, no se da á conocer; averigua después, con harto pesar suyo, que Don Luis, con quien traba la amistad más estrecha, pretende también á la misma dama; estos lazos y los de la gratitud, por los muchos favores que debe á su amigo, parece como que le obligan á renunciar á su amor.

No era ingrato el favorecido; sabía, además, hacer buen uso de los favores; y con todo ello, la estima del favorecedor llegó hasta una buena amistad, como entre iguales: vea usted, señora marquesa, ¡como entre iguales! Y esta buena amistad del padre la continuó el hijo, don José Celestino Guzmán, el actual Condesito.

-Has dicho, Sancho -dijo don Quijote-, mil sentencias encerradas en el círculo de breves palabras: el consejo que ahora me has dado le apetezco y recibo de bonísima gana. Ven, hijo, y vamos a buscar donde me embosque, que volverás, como dices, a buscar, a ver y hablar a mi señora, de cuya discreción y cortesía espero más que milagrosos favores.

La tercera noche, como si la suerte hubiera querido hacerme pagar sus favores desperdiciados, perdí todo lo que tenía, más cincuenta mil francos que el mozo de la sala de juego me prestó bajo mi firma. Aquel día llegué á casa de Lea aniquilado, embrutecido, y mi querida vió fácilmente que me ocurría alguna desgracia que yo juzgaba irreparable.

Palabra del Dia

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