United States or Mayotte ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y del temor póstumo a los fuertes, supuestos coexistiendo con los débiles en una forma o manera aún más irresistible y peligrosa para éstos, nació el culto de los dominadores muertos, y el carácter sagrado de sus descendientes directos, considerados naturalmente como intermediarios más eficaces para suplicarles auxilio y favores en los trances difíciles.

Ni él es mi amigo ni yo le debo favores, pero tiene un corazón animoso y sangre de pura raza y vale mucho más que la partida de gansos que tiene á sus órdenes. ¿No es así, Rogerito? Los monjes de Belmonte son unos santos.... Santos calabacines, que sólo entienden de darse buena vida y llenar el buche. ¿Crees que estos brazos míos y esa cabeza tuya nos fueron dados para llevar semejante vida?

Temo que se ofenda mi señora doña Inés, a quien bien quiero y a quien debo mil favores. Y temo más aún que se ofenda don Paco, quien..., fuera disimulo, ya es tiempo de que lo sepa vuecencia si no lo sabe..., es mi novio. ¿Y cómo dijo don Andrés recelas que don Paco se escape otra vez y se vaya a vagar por esos andurriales?

Aquello se supo por el todo Madrid que se preocupa de estas cosas y la ira de Pepe no tuvo límites. El desvío, la infidelidad, el abandono de una mujer cuyos favores eran cuestión de dinero, constituyeron para él una humillación insoportable. Ahora me da lástima... debió de sufrir mucho.

Lo más que logrará usted será un primer accésit en el Conservatorio. ¿Y a qué le conducirá esto...? A representar el papel de Blanquita en provincias. Hará usted también el de Margarita de Borgoña en Provenza y el de Mireya en el Languedoc. Ganará usted veinte luises por mes y los favores soberanos de los consejeros municipales, propuestos en Bellas Artes. Yo no le pido que sea mi querida.

El joven Santo, gloria de Lisboa, era muy lindo de cara, tenía buenos colores, como si la vida penitente no le hiciese mella por la gracia de Dios, y se mostraba alegre y extasiado mirando al Niño Jesús, el cual estaba en sus brazos y le prodigaba mil regalados favores.

A los ojos del legislador indio, todo el destino de la mujer se reduce a dar al hombre hijos y a perpetuar la especie humana. La mujer no goza de los favores que la ley le concede hasta que se convierte en esposa y madre. Los indios eran gente de buen sentido dijo la abuela con aplomo. ¿Y Zoroastro? exclamé riendo.

Pero aunque nada le decía, harto le daba a entender su extraordinaria predilección, atrayéndole de continuo, y no hallándose a placer sino cuando le tenía a su lado, le hablaba o le escuchaba. El P. Enrique, por su parte, no manifestaba la menor extrañeza por los favores que de doña Luz recibía.

Deje Elvira los cabellos Y reciba sus favores. Salen DON TELLO y criados; JUANA, LEONOR y villanos. D. TELL. ¿Dónde fué mi hermana? JUANA. Entró Por la novia. SANCHO. Señor mío. D. TELL. Sancho. SANCHO. Fuera desvarío Querer daros gracias yo, Con mi rudo entendimiento, Desta merced. D. TELL. ¿Dónde está Vuestro suegro? NU

Existen casas que atraen y casas que repelen: en las unas parece que los habitantes deben estar colmados por todos los favores del cielo; en las otras podría creerse que han de caer todos los males de la humanidad sobre los que allí se alberguen.