Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 6 de junio de 2025
Amar y entregar el alma, y, considerándolo como miserable esclavo del alma, hacer también regalo de su cuerpo... tal vez; pero a un solo hombre, y ese había de ser él. <tb> Llegada que fue a Santurroriaga se hospedó en el piso segundo de la Fonda de España.
Ya lo creo que es demasiada obstinación la vuestra. No os irritéis, señor dijo Dorotea ; yo os lo ruego, yo os lo suplico. No hay que suplicar; tú no tienes que suplicar á nadie, hija mía; yo soy tu esclavo, y el duque de Lerma es esclavo mío. Ayer quisiste la prisión de don Juan, y fué preso; hoy quieres su libertad y hoy se verá libre, porque su excelencia y yo... nos entendemos.
¡Ah! no es ciego extravío la fuerza poderosa que arrebata la templada razon, y se apodera del pensamiento mio. Nó; no es la duda ni la envidia artera, no es la fiera afliccion de la amargura, ni el débil grito del herido esclavo. La envidia mata, si la duda altera, la amargura tan sólo el llanto funde, la cobardía besa al que la azota.
Zara, señora mía, Digote que me he admirado, Mirando lo que ha pasado Tu altivez y fantasia: Ver, por cierto es gentil cosa Indigna de ser notada, De un cristiano enamorada Una mora tan hermosa; Y lo que mas llega al cabo Tu aficion tan sin medida Es de ver que estás rendida A un cristiano que es tu esclavo. Y monta que corresponde El galan á lo que quieres: Perdoname, fragil eres. Dónde vas?
El esclavo que trabajaba en el campo vivía perennemente amagado del látigo y el grillete, y el que lograba la buena suerte de residir en la ciudad tenía también, como otra espada de Damocles, suspendida sobre su cabeza la amenaza de que, al primer renuncio, se abrirían para él las puertas de hierro de un amasijo.
¿Por qué? me habéis sorprendido entre los dos... me habéis engañado... Ya se ve... es hermoso, parece tan noble, tan bueno... ella está sedienta de amor... ella no ha amado... el duque de Lerma es su esclavo... utilicemos esta mujer... ¡y el señor estudiante...! ¡Ah, don Francisco...! ¡don Francisco! Decid que os ha llenado de dolor la desgracia de ese hombre dijo con impaciencia Montiño.
En fin, mi empeño fue tan obstinado que logré borrar la imagen de Urbási, grabada en mi corazón como sello puesto allí por el demonio en señal de que yo era su esclavo. Entonces brotaron de nuevo y más pujantes las alas de mi espíritu.
Yo no le dejaba; lloré, supliqué. Pero él, con esa gravedad tan suya, me dijo: «Primero está el deber, Petrona». Siempre ha sido lo más esclavo del deber. Y se fué. Sufrí un síncope, y, cuando se me pasó, la figura de mi novio se me agigantó en el espíritu con proporciones napoleónicas. El amor es un cristal de aumento. Luego Eleuterio abandonó el partido.
Fue una traición y Paula una ingrata. Sin embargo, el canónigo era un santo, la traición no había sido suya. Don Fortunato Camoirán no era capaz de traiciones. Le propusieron un ama de llaves y la aceptó, sin sospechar que a los pocos meses sería él su esclavo. Nada convenía a Paula como un amo santo.
Si un deudor se niega á pagar una deuda reconocida, paga por la primera falta el doble, por la segunda el triple y por la tercera queda hecho esclavo ó paga con su pellejo.
Palabra del Dia
Otros Mirando