United States or Russia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Según Eleuterio, el marido de mi ex amiga Petrona, que es, como sabéis, hombre muy grave y reflexivo, los pueblos europeos acabarán por adoptar las instituciones republicanas de los americanos, con las cuales es posible que se maten con más frecuencia, pero será por propia iniciativa y gusto propio, y no por mandato del rey o por antojo de la reina.

Nadie sabe nada. Es horrible esta duda. Eleuterio está sereno; espera tranquilo. Ya conoces la gravedad de su carácter. Cuando alguien le habla de ser ministro, cambia de tema. Y se pone a conversar de cultivos, de riego, de sistemas colonizadores. Está lo más preocupado por la falta de buques para trasportar la próxima cosecha. También le preocupa mucho el maíz.

Te aseguro, Marianela, que no qué hacer; si traerlos a todos a casa o dejarlos que se las compongan como puedan, ayudándolos, eso , ¿cómo no va una a ayudar a sus hijos? con algunos pesos, no muchos, porque, la verdad, tampoco nosotros andamos muy boyantes; pues Eleuterio se metió los otros años, cuando el barullo de los terrenos, en algunas especulaciones, y al venirse todo barranca abajo, como él es así, ha pagado a todo el mundo y nos hemos quedado medio en la calle.

Yo no he hecho más que ahorrar trámites, ganar tiempo, difundiendo la grata noticia de que el marido de Petrona aceptará la cartera de Agricultura. La misión esencial del periodismo es secundar la obra del gobierno, contribuyendo a su sólida organización. Y nada más sólido que don Eleuterio. El resto de mis revelaciones carecía de importancia.

¿Y qué te importa? Pero ¡cómo no ha de importarme! En primer término, ya sabes que Eleuterio, mi marido, es de lo poquito bueno que existe entre el elemento político. Nadie puede decir nada de él. Y mira que pudo hacer cosas cuando estuvo en el gobierno. Pues, nada, salió con una mano atrás y otra adelante. Y además de honesto, ya sabes que hay pocos que sepan más que él.

El estanco del tabaco rinde diecinueve, según manifestó recientemente el director de la Compañía Arrendataria, D. Eleuterio Delgado. Aunque no se comprende por qué, el Sr. Merchán se los aplica también á Cuba y ya tenemos que Cuba nos produce treinta y tres millones.

Con todo, el Payo estaba aún resplandeciente, conservando su ingénita gallardía y aquel garbo propio de los buenos mozos. Cruzó el Ministro de Agricultura. Y me acordé al punto de mi ex amiga Petrona. Su marido, Eleuterio, se ha quedado sin cartera.

Hace ya tiempo digo a Petrona, para halagarla y también por justicia que Eleuterio debía ser ministro. ¡Un hombre que sabe tanto!... ¡Qué quieres, Marianela: así son las cosas! En este país no se sabe apreciar a los hombres; el que se mata a estudiar en silencio, se queda atrás, y el que charla, sigue viaje...

Le interesan los políticos, los que mandan o los que estén a punto de mandar, por lo que puedan influir en la seguridad de los empleos de sus yernos y, ante todo y sobre todo, por las probabilidades que el juego político, en su trabajoso ajetreo, ofrezca a Eleuterio para acercarse a la anhelada y merecida cartera de Agricultura, para resolver ya es hora eso del maíz.

Todo el mundo le señala para Agricultura. Sabe todo lo que se puede hacer con la tierra. Excepto adquirirla.... Cierto, hijita, excepto adquirirla. ¡Ah! ¡Si me hubiera hecho caso a ! Bueno; pues, como te digo, todo el mundo señala a Eleuterio como ministro de Agricultura. También lo habrás oído decir. ¿Cómo no? Lo dice todo el mundo, y a la vez todo el mundo lo oye.