Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 11 de mayo de 2025


6 Aun su amor, y su odio y su envidia, fenecieron ya; ni tienen ya más parte en el siglo, en todo lo que se hace debajo del sol. 7 Anda, y come tu pan con gozo, y bebe tu vino con alegre corazón; para que tus obras sean agradables a Dios en este tiempo. 8 En todo tiempo serán blancos tus vestidos, y nunca faltará ungüento sobre tu cabeza.

-Ferido no -dijo don Quijote-, pero molido y quebrantado, no hay duda en ello; porque aquel bastardo de don Roldán me ha molido a palos con el tronco de una encina, y todo de envidia, porque ve que yo solo soy el opuesto de sus valentías.

En esos días la linda doña Andrea, cuyas largas trenzas de color castaño eran la envidia de cuantas se las conocían, extremaba unas pocas habilidades de cocina, que se trajo de España, adivinando que complacería con ellas más tarde a su marido.

¡Cuidado! no te vayas a enamorar de ella... Ya lo estoy. Ven, ven, la veremos más de cerca. Si podemos aproximarnos, porque hay mucha gente en torno suyo. Toda la multitud se expresaba en idéntica forma, y Arturo, a su vez, lo oía todo. Las mujeres, al ver el aire modesto de Judit, le perdonaban que fuese tan bella; y los hombres, contemplando con envidia a Arturo, se decían: ¡Feliz él!

Que vinieran allí todas las naciones del mundo a admirar a toreros como aquél y a morirse de envidia. Tendrán barcos... tendrán dinero... pero ¡todo mentira! Ni tienen toros ni mozos como éste, que le arrastran de valiente que es... ¡Olé mi niño! ¡Viva mi tierra!

¿Qué tienes, hija mía? preguntó el doctor, que entraba a verla, y habiendo levantado con sigilo el cortinaje presenció aquel pequeño combate de la envidia contra los buenos sentimientos que abrigaba el corazón de Magdalena. Tengo, papá, que me parece Antoñita muy feliz contestó la joven. Ella es libre en absoluto en tanto que yo estoy condenada a eterna esclavitud.

La señorita Margarita suspendida del brazo de Alain, estaba inclinada sobre el abismo y clavaba sobre una mirada de mortal ansiedad. Me dije en aquel momento, que sólo de dependía ser llorado por aquellos hermosos ojos, y dar á una existencia miserable un fin digno de envidia.

La igualdad que esa gente pide es la igualdad en la grosería y la bajeza. Les molesta el brillo de los salones, y sienten envidia y piden que todo el mundo habite en desvanes.

Iba cargada de joyas, con la suntuosidad de una aristocracia recién creada que se consume en medio de su lujo, falta de fiestas para lucirlo y siente el ansia de adornarse para pregonar su riqueza y herir la envidia ajena.

Más que su retrato, ella, ella misma.... Emma abría la boca sin comprender; Marta, adivinando, ya sentía envidia; ello iba a ser que Emma se parecía a alguna mujer ilustre.... Pero la Gorgheggi no acababa de explicarse... y añadió: ¡Ah! ¡Mochi y Minghetti!... Venid... venid.... A ver, decidme a quién se parece esta señora... ¿Quién es... quién es... precisamente lo mismo que ella?...

Palabra del Dia

ciencuenta

Otros Mirando