Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 6 de junio de 2025
Ha sido una suerte que Zoraida llamase... He pasado unos días de pena muy íntima, tanto que tal vez hubiese concluido por desahogarme, por decirle toda la verdad... Que lo quiero como a un hermano... o todavía más que a un hermano. Ya llegaban. Se paró: Por eso voy a pedirle una cosa, un favor... escuche, no entremos todavía. No dejen pasar tanto tiempo sin venir, usted y Adriana.
Ibamos escalando el monte, deprisa, huyendo del agua. Llovía cada vez más fuerte, cuando llegamos cerca de la cueva de la Egan-suguia. Entremos aquí dijo Mary, que, después de las lágrimas, había quedado sonriente y de buen humor. Ahí, mi querida Mary le dije yo , hay, según dicen, una gran serpiente con alas, con garras de buitre y cara de mujer, que se llama Egan-suguia. ¿Y qué hace?
Si lo que deseamos no se realiza.... Ante la eventualidad desgraciada, menester es que el horror no nos arredre, que en vez de cerrar los ojos, miremos cara á cara lo que pueda traer el porvenir. Y á ese fin, después de arrojar el puñado de tierra que se tributa á los Cancerberos, entremos francamente en el abismo para sondear sus terribles misterios.
Don Cleofás le respondió: En ninguna parte nos podemos entretener tanto: entremos norabuena.
Salir á la calle sin el payo, contando con el crepúsculo y más que á paso tendréis que volveros con los sesos achicharrados. Mas dejemos digresiones y entremos en la ermita, á cuya puerta se agolpaban gran número de fieles.
Arrimóse Cacambo á la puerta, y oyó hablar peruano, que era su lengua materna; pues ya sabe todo el mundo que Cacambo era hijo de Tucuman, de un pueblo donde no se conocia otro idioma. Yo le serviré á vm. de intérprete, dixo á Candido; entremos, que este es un meson.
No podemos quedarnos en este rincón aislado murmuró María Teresa levantándose, entremos en el salón. Luego, volviendo hacia Huberto su cara sonriente: Para que tenga usted paciencia, le concedo este vals. Pero Huberto continuaba: Usted no se librará de mi demanda importuna con el don de un vals. No la dejaré esta noche sin haber obtenido una respuesta cierta.
¡Usted dice que los campos no están cultivados! continuó Isagani en otro tono, despues de una breve pausa; no entremos ahora á analizar el por qué, porque nos iríamos lejos; pero, usted, P. Fernandez, usted, profesor, usted, hombre de ciencia, usted quiere un pueblo de braceros, ¡de labradores! ¿Es para usted el labrador el estado perfecto á que puede llegar el hombre en su evolucion? ¿O es que quiere usted la ciencia para sí y el trabajo para los demás?
26 Hazme acordar, entremos en juicio juntamente; cuenta tú para abonarte. 27 Tu primer padre pecó, y tus enseñadores prevaricaron contra mí. 28 Por tanto, yo profané los príncipes del Santuario, y puse por anatema a Jacob, y a Israel por vergüenza. 1 Ahora pues, oye, Jacob, siervo mío, y tú, Israel, a quien yo escogí.
El conde de Mengis detúvose en la sala, y dijo: Señores, les prevengo que van a encontrar al lado de Antoñita a seis de mis contemporáneos a quienes tiene encantados, y que han tomado la resolución de consagrarle con puntualidad tres noches por semana; es preciso además que para agradar a Antonia los jóvenes complazcan a los viejos. Ahora, señores, ya están avisados. Entremos, si les place.
Palabra del Dia
Otros Mirando