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Actualizado: 7 de junio de 2025
El único que le pudo dar la libertad fué el P. Camorra, y el P. Camorra se había mostrado mal satisfecho con palabras de gratitud y con su franqueza ordinaria había pedido sacrificios... Desde entonces Julî evitaba encontrarse con él, pero el cura le hacía besar la mano, la cogía de la nariz, de las mejillas, le daba bromas con guiños y riendo, riendo la pellizcaba.
Permaneció pensativa, extrañada del singular acuerdo que revelaban las palabras y las acciones de aquellas tres personas que debían estar violentas al encontrarse juntas y que, sin embargo, parecían unidas por la mayor confianza como si se hubieran visto el día anterior.
El amor a los chismes no es solamente un defecto de solterona, sino la pasión de todas las mujeres desocupadas y frívolas. En cuanto al carácter de la Bonnetable, debe ciertamente de encontrarse en mujeres casadas. Conozco algunas, por mi parte, que no dejan nada que desear en cuanto al órgano, al gesto y a la manía del mando.
Los otros padrinos debían haberlo contado todo. ¡Qué de comentarios! Y el miedo á encontrarse con las gentes, que sin duda repetían su nombre á todas horas, le hizo permanecer recluído, esperando que le olvidasen. Alguien perdería ó ganaría en el Casino una suma importante, y esto bastaba para que los curiosos dejasen de hablar de él. Empezó á pesarle la soledad como un suplicio.
Pero ¿verdad dijo Obdulia, poniéndose más guapa que esto de encontrarse de vez en cuando se parece un poco a un buen día de sol en invierno, en esta tierra maldita del agua y la niebla? ¡Magnífico! exclamó Paco es verdad; una cosa sentía yo que no sabía explicarme... y era eso.
Gonzalo durmió aquella noche mejor que la anterior. La satisfacción feroz que le daba la seguridad de encontrarse al día siguiente con el Duque, tranquilizaba sus nervios. A las cinco de la mañana se despertó ágil y fresco sin acordarse de haber soñado. Se vistió y aliñó con el menor ruido posible, y salió de puntillas cuándo aun estaba amaneciendo.
Hasta aquella muchedumbre heterogénea en la que había muchos con un pasado europeo repleto de delitos se atrevía á dirigirle reproches, obligando á la autoridad de la Presa á guardarla con aquellos dos hombres apoyados en sus sables que veía desde su ventana. ¡Y ella había atravesado el Océano y venido á instalarse en una tierra casi salvaje, para encontrarse finalmente en tal situación!...
Llegados á la cumbre, redactan, con las manos entumecidas por el frío, un acta de su gloria, destapan ruidosamente botellas del espumoso vino, disparan pistoletazos como verdaderos conquistadores y tremolan banderas frenéticamente. Donde la cima de la montaña no está revestida de nieve, colocan en ella un montón de piedras, á fin de encontrarse á algunos centímetros más de altura.
Busca en seguida al amante, sacándolo de su escondite; pero la sorpresa de Laura es extraordinaria, al encontrarse con Lisardo, porque Don Félix, con ayuda de una criada, ha podido huir por una puerta trasera, y Lisardo, que estaba de visita en casa de Clara, se ha refugiado en la de Don Iñigo, huyendo de la primera por la vuelta repentina de Don Antonio, y ocultándose en el mismo lugar, en que estuvo antes Don Félix.
Al cabo de un rato volvieron, sin saber cómo, a encontrarse sus ojos, y otra vez soltó a reír la devota, mirándole con semblante alegre. El padre Gil no hizo aprecio de ello y volvió el suyo hacia la ventanilla. Pero Obdulia exclamó: ¿A que no sabe, padre, de qué me estoy riendo? Usted dirá repuso gravemente el clérigo sin volver la cabeza. Pues de usted.
Palabra del Dia
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