Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 20 de junio de 2025


Y si acaso Dios permitiera que tu Rey te mandara alguna cosa contraria á la justicia, hazla, que Dios le castigará á él y te premiará á ti en la otra vida. Serás mártir. ¿Qué mayor gloria? El martirio del deber es grande y sublime. Lázaro se hundió más. Observa continuó Elías, el espectáculo de esa nación.

Gracias contestó secamente Elías. Clara, acompaña á este caballero. Su mano estaba perfectamente vendada, y su protegido le había indicado la puerta. El impresionable joven no sabía que hacer para no salir. Miró á Clara para ver si leía en sus ojos el deseo de que no se marchara; pero ella manifestaba la mayor indiferencia, y hasta se había adelantado á abrir la puerta. No había mas remedio.

Anduvo corto trecho, dobló la esquina y se paró. Entonces comprendió mejor que antes lo terrible de su situación. Al ver que no podía dirigirse á ninguna parte, porque á nadie conocía, le ocurrió esperar cerca de la casa á que entraran Elías ó su sobrino.

Vamos, señor D. Elías dijo éste descontento. ¿Qué hago yo con cinco onzas? Por cinco onzas se vende la diosa misma de la libertad, replicó Elías sin mirar al cafetero. Quite usted allá: aquí hay patriotas que no dirán "viva el Rey" por todo el oro del mundo. Si: es mucha entereza la de esos señores exclamó Elías con un acento de ironía que debía de ser el acento habitual de su palabra.

Serían las tres de la tarde cuando entró su tío; las dos arpías se abalanzaron hacia él, y con la hiel propia de sus caracteres emponzoñados, le dijeron, disputándose á cuál hablaba primero: ¡Ah, señor don Elías: no sabe usted lo incomodadas que nos tiene este mozalbete! ¿No sabe usted á qué hora entró anoche? ¿Lo creerá usted? ¡A las doce!... ¡Qué escándalo! ¡En una casa como ésta, en una casa de paz, de decoro, de virtudes!

Don Elías cruzaba la Carrera de San Jerónimo, cuando vió que hacia él venían unos cuantos hombres que reían y gritaban dando vivas á la Constitución y á Riego. Trató de evitar el encuentro, y tomó la otra acera; pero ellos pasaron también, y uno le detuvo. Eran cinco individuos, y de ellos tres, por lo menos, estaban completamente embriagados. Nuestro ya conocido Calleja les mandaba.

Ya me figuré yo que no consentirían; y en verdad, amigo, que el proyecto que acaba de fracasar era atrevidillo. ¿Y cómo ha venido aquí esa Clarita? Yo no : cosas de Elías. Hombre, hábleme usted de ese Elías. El día en que le conocí por primera vez me parecía lo más raro del mundo. Ya había yo oído hablar de Coletilla.

A eso de las doce sintió que Elías se paseaba en su cuarto con más agitación que de ordinario. Hasta lo pareció oír algunas palabras, que no debían ser cosa buena. Levantóse Clara muy quedito movida de la curiosidad, y poco á poco se acercó con mucha cautela á la puerta del cuarto de Elías, y miró por el agujero de la llave.

Y cerca de la hora de las nueve Iešus exclamó con gran Boz, diziendo, Eli, Eli, lama šabachthani? ešto es, Dios mio, Dios mio, porque me has dešamparado? Y algunos de lošque eštavan alli, oyendolo, dezian, A Elias llama ešte. Y luego corriendo uno deellos tomó una ešponja, y hinchióla de vinagre, y poniendola en una caña, davale paraque beviešše.

Ningún trastorno sufrió la Naturaleza en su nacimiento. Elías estudió en Alcalá cánones y teología. Durante sus estudios, en que mostró grande aplicación, los maestros no cesaron de poner en las mismas nubes al que tanto honraba la ilustre estirpe de los Orejones. Unos esperaban en él un Luis Vives, otros un Escobar, cuál un Sánchez, cuál un Vázquez ó un Arias Montano.

Palabra del Dia

vorsado

Otros Mirando