Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 20 de junio de 2025


Tal vez el marido titulado es un bendito, tan lleno de gratitud y de afecto hacia su rica consorte, como Elías o San Pablo, primer ermitaño, hacia los cuervos que les traían el alimento.

Ella, la verdad sea dicha, aunque tenía una razonable contestación que dar á aquella pregunta, no se atrevió; y doblando tristemente su obra, fué á sepultarla en la cómoda. Elías no se ablandó por esta prueba de sumisión, y en tono más agrio y severo le dijo al verla tirar de la gaveta: Cuando digo que te has echado á perder....

Los paseos dominicales cesaron cuando Elías tuvo ocupaciones y preocupaciones que le apartaban de su casa: entonces ella se limitó á oír misa muy de mañana en las monjas de Góngora, y en esta expedición lo acompañaba, una criada alcarreña llamada Pascuala, que Coletilla había tomado á su servicio.

Entre las dos costureras, una de hierro y otra de carne, hacían los pespuntes más preciosos, largos o menudos, según fuera menester. Además de esto, Emilia, a quien inspiraba sin duda el espíritu venturoso de Elías Howe, dominaba los mecanismos auxiliares para hacer dobladillos, enjaretar, marcar y coser bastillas.

Vamos manifestó el militar, dirigiéndose á Elías: dígalo usted, es cosa que cuesta poco, y además hoy debe decirlo todo buen español. ¡Que lo diga! ¡Que lo iga pronto!" El militar persistía en que dijera aquellas palabras, como un medio de verse libre; pero Elías continuaba en silencio. "Vamos padrito, pronto dijo el matutero. ¡No! exclamó Elías con profunda voz y trémulo de indignación."

Ahora vivo aquí, en casa de estas señoras que nos han ofrecido á y á Clara un asilo. Sólo por usted, señor don Elías dijo Salomé. Ya lo ; sólo por contestó el viejo. Pero yo continuó dirigiéndose á Lázaro, si te llamé estando en la otra casa, ahora no me atrevo á darte hospitalidad porque.... Señor don Elías dijo Paz, de lo de arriba puede usted disponer á su antojo.

Sus palabras, oídas con respeto, no produjeron efecto. Elías decidió la cuestión, diciendo que su sobrino, además de liberal, era holgazán, y que había de renunciar á hacer de él nada bueno. Todos callaron y comieron. Clara no era admitida á la mesa común. Volvamos arriba. Lázaro se comía la ración con gran apetito.

Las damas habían propuesto á Elías que se fuese á vivir á aquel sitio, comiendo con ellas en calidad de huésped, y al buen viejo le vino este arreglo como de molde, porque le producía un ahorro, y además le ponía en estrecho contacto con sus antiguas amas, que tenía siempre en tanto aprecio. Economía, comodidad, seguridad: estas tres ventajas vió en la proposición, y aceptó.

Elías la había clavado por dentro desde que ocupó la casa. Si la perspectiva del patio era desapacible, el interior de la habitación tenía indudablemente cierto encanto, no porque en él hubiera cosas bellas, sino por la sencillez y modestia que allí reinaba, y el cuidadoso aseo y esmero, única elegancia de los pobres.

Iluso, fanático, vano ... porque sólo vanidad es eso, vanidad de Satán dijo Elías con severidad; y después añadió con más fuerza: Pero yo te sacaré de esa miseria. Estas palabras fueron pronunciadas con tan profundo acento de convicción, que el sobrino no pudo contestarlas, y se hundió más. ¿Qué intentas hacer? ¿Qué esperas? ¿Piensas que esto va á continuar así por mucho tiempo?

Palabra del Dia

vorsado

Otros Mirando