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Actualizado: 14 de junio de 2025


Ni tomo más alimento que jícaras de caldo y leche y alguna pequeña galleta, ni duermo más que algunos minutos, y estoy tan débil, que hace veintiséis días que no he puesto los pies en la calle, porque no puedo andar. Te abraza tu tío Pascual

Para ellas, y a sus años, un baile se compone de muchachas, aderezos, adornos, polquistas y galanes: los jugadores de whist no son tenidos en cuenta... no existen; son cuatro asientos vacíos en un salón. Pero, chica, ¿no has pensado nunca en ello? Jamás. ¿Ni aun en sueños? ¿En sueños? no tengo tiempo: duermo perfectamente. ¿Y no te ha indicado nada tu madre? Nada.

Y si me duermo esta noche, ¿qué será de ? Fíjate bien, Juan, si ves que comienzo a cabecear, te acercarás a tocarme en el hombre por detrás. ¿Me lo prometes? , padrino, os lo prometo. Juan sólo prestaba mediana atención al discurso del cura.

Ha sido una transformación lenta, pero irresistible: el campo me ha saturado con su calma; se me ha subido a la cabeza como una embriaguez mansa y dulce, y duermo y duermo, siguiendo esta vida animal, monótona y sin emociones, deseando no despertar nunca. ¡Ay Rafaelito! Como no ocurra algo extraordinario y el diablo tire de la manta, me parece que aquí me quedo para siempre.

Yo llevo, como usted dice, una «vida interior», siempre á solas con mis pensamientos, y cuando paso allá la noche, duermo mal, sufro de ensueños, muy hermosos al principio, pero luego muy tristes. ¡Ay, qué buenas veladas las nuestras cuando hablábamos de cosas científicas! Novoa sonrió. Para el músico, el juego y sus misterios eran cosas científicas.

Yo no duermo nada, y sin embargo... Pero es preciso vigilar más todavía y no perder de vista ni un momento a mi mujer, a mi tía, a Papitos... Esta condenada Papitos es la que abre la puerta, y yo la voy a reventar». Fortunata creyó al fin que convenía hacer que despertaba.

Los políticos, sin embargo, continuaban disputando en la sala vecina, aun después de retirada la última moneda de la mesa de juego. Cuando salimos para continuar el monte en casa de lord Gray, D. Diego me dijo: Mi mamá cree a estas horas que duermo como un talego. En casa nos retiramos a las diez. Mi mamá, después de cenar, nos echa la bendición, rezamos varias oraciones y nos manda a la cama.

¡No me duermo yo sobre la paja! observó don Simón, queriendo decir un chiste. Por lo demás añadió S.E. llevándole hasta la puerta de su despacho , excuso recomendarle de nuevo el asunto que aquí nos ha reunido, y la más completa reserva por unos días. En cuanto a reservado dijo don Simón hinchándose mucho , no es por alabarme; pero soy lo mismo que un alcornoque.

Voy á ayudaros añadió el joven : esta carta ha venido de palacio á mi tío, de mano de una dueña de la servidumbre. Si no me dais más señas no puedo alumbrar vuestras dudas. ¡Y me duermo, vive Dios, me duermo! dijo Quevedo bostezando. Decidme: ¿hay en palacio alguna dama cuya hermosura deslumbre como el sol? Háilas muy hermosas: ¿la vuestra es esbelta, ligera, buena conversación, morena?...

Por ti, esperanza, el cuidado Entretiene de una suerte Al soldado entre la muerte, Y en el palo al sentenciado; En el mar al que va a nado, Al peregrino en el yermo, En el peligro al enfermo: Y ansí yo por ti en la guerra, Cordel, peligro, mar, tierra, Hablo, vivo, como y duermo. Todo se finge por ti, Dudosa y tarda esperanza; Por ti lo imposible alcanza Quien tiene esperanza en ti.

Palabra del Dia

rigoleto

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