Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 21 de junio de 2025


Siguiéronles el alcance los muslimes de á caballo; pues con la ganada victoria, ni las heridas les dolian, ni la hambre ni la sed los fatigaban, i parecia que no habian tenido ni pasado males ni trabajos.

El descubrimiento la satisfacía; aquello era obra suya al fin y al cabo, pero los dos mil reales le dolían: también eran suyos».

Este desapego de la carne, este odio de la bestia nunca lo había sentido el joven sacerdote. En vano se lo había querido inculcar su director espiritual, en vano había trabajado toda su vida por adquirirlo. Todo fue inútil. Las penitencias corporales le dolían, le aterraban de tal modo que apenas comenzadas tenía que suspenderlas.

Pepeta pasó entre los obreros de los arrabales que llegaban con el saquito del almuerzo pendiente del cuello, se detuvo en el fielato de Consumos para tomar su resguardo unas cuantas monedas que todos los días le dolían en el alma , y se metió por las desiertas calles, que animaba el cencerro de la Ròcha con un badajeo de melodía bucólica, haciendo soñar á los adormecidos burgueses con verdes prados y escenas idílicas de pastores.

¿No va V. de vez en cuando a San Sebastián? Casi nunca. Mi tía me lleva cuando hay que traer algún encargo; pero ida por vuelta. ¿Pues? Estaba cansada de andar de un sitio para otro... al teatro... al paseo... a los comercios... Me dolían mucho los pies. Decían que era porque no estaba acostumbrada. Me ha dicho su tía que ha estado V. educándose en un colegio...

Los indios del país se dolían grandemente de que por haber los enemigos asolado la tierra, no tenían con qué socorrerle y reparar su flaqueza; pero hallando por gran ventura una gallina, se la ofrecieron, mas el santo Padre rehusó aquel alivio y quiso resueltamente se guisase para dar de comer á un neófito que junto á él yacía enfermo.

Los había en el mundo también. ¡Pero qué feos eran, qué horrorosos! ¿Cómo podía ser que tanto deleitasen aquellas traiciones, aquellas muertes, aquellos rencores en verso y en el teatro? ¡Qué malo era el hombre! ¿Por qué recrearse en aquellas tristezas cuando eran ajenas, si tanto dolían cuando eran propias? ¡Y él, el miserable, hombre indigno, cobarde, estaba filosofando y su honor sin vengar todavía!... ¡Había que empezar, volaba el tiempo!... ¡Otro tormento! ¡el orden de la función, el orden de la trama! ¿Por dónde iba a empezar, qué iba a decir; qué iba a hacer, cómo la mataba a ella, cómo le buscaba a él?».

¡Ah! qué forzuda sois, ¿eh? repuso Silas, mientras que Eppie, a quien los brazos le dolían, los sacudía riendo . Vamos, vamos, no volváis a alzar piedras y venid a sentaros conmigo junto al barranco. Podríais lastimaros, hija mía. Necesitaríais de alguien que trabajara por vos, y mi brazo no es ya bastante vigoroso.

Gallardo, vuelto de espaldas a estas protestas, saludaba con la muleta y la espada a sus entusiastas. Los insultos del populacho, que siempre había sido su amigo, le dolían, haciéndole cerrar los puños. Pero ¿qué quié esa gente? El toro no daba más de . ¡Mardita sea! Esto son cosas de los enemigos.

Quitó ó impidió este género de insulto ó mal obrar el teniente del capitan de la Concepcion, y les persuadió tratasen á los PP. con mas decencia. Empero los individuos de este, y de los otros pueblos vecinos, deliraban con guerras civiles y motines, porque algunos mas amantes de sus pastores se dolian de lo que padecian, y los mas obedientes iban á concitar en su auxilio á los de la Cruz.

Palabra del Dia

rigoleto

Otros Mirando