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Este amor fervoroso que profesaba a los increíbles adelantos de la época presente, y la lucha que dentro y fuera de casa sostenía a todas horas contra los amigos de la tradición, le impulsaban en ocasiones a valerse de armas prohibidas, como eran, por ejemplo, el exagerar el poder de la industria moderna, forjando nuevas y estupendas empresas que él daba por comenzadas, cuando a nadie se le habían pasado aún por la cabeza.

La enferma había tenido delirio de escribir cartas; pero apenas comenzadas, las dejaba. En algunas sólo se veían deformes garabatos, hechos al rasguear de la pluma temblorosa; en otras las letras claras manifestaban ideas sueltas, palabras tiernas agrupadas sin sentido alguno.

Las guerras en Italia comenzadas por el Rei Católico ¿cuántos desastres no trajeron sobre estos reinos tan infelices? ¿Pero qué se podia esperar de un monarca que no miraba jamás por el bien de sus vasallos, sino solo por el aumento de su poder i grandeza?

Don Juan pensaba: «Todavía no». Cristeta se decía: «¡VeremosLuego hablaron de cómo hizo cada cual el viaje, del tiempo que Cristeta había de estar allí, de cuándo partiría él, hasta que, según costumbre en tales casos, sin saber por dónde, volvieron al eterno dúo en que las promesas de amor se resuelven en suspiros, y se acaban en mimos las frases comenzadas con palabras.

Señor Canónigo: «Comenzadas acaballas» replicole el señor de Navamorcuende, completando el conocido lema que llevaban las armas de su familia. Minutos después entraba Bracamonte. ¿Qué nueva? preguntole don Enrique, dejando el asiento.

Comenzadas las investigaciones, la certeza ha continuado la misma entre todos los hombres, inclusos los que disputaban sobre ella; ninguno de estos ha podido ir mas allá que Pirron y encontrar fácil el despojarse de la naturaleza humana.

Eran líneas cortas é iguales, comenzadas con mayúsculas: John Bull rimaba también.... Tantas coincidencias me desesperaban: aquel hombro mudo era, pues, mi sombra, y esto que el silencio no entra en mis hábitos de vida. En el Grao de Valencia, al dia siguiente, el Inglés desembarcó en una lancha y yo en otra.

Era pasado ya lo mejor y más brillante de ésta; las corridas, el tiro de pichón, las grandes excursiones en calesas y ómnibus al Borbonés, comenzadas en Agosto, concluían en los primeros días de Septiembre.

Con esto quedó restablecida la calma y en buen lugar la autoridad de Fray Diego, quien ordenó á los religiosos que volvieran á sus faenas respectivas y se retiró á su celda. Apenas comenzadas sus oraciones oyó que llamaban suavemente á la puerta.

Este desapego de la carne, este odio de la bestia nunca lo había sentido el joven sacerdote. En vano se lo había querido inculcar su director espiritual, en vano había trabajado toda su vida por adquirirlo. Todo fue inútil. Las penitencias corporales le dolían, le aterraban de tal modo que apenas comenzadas tenía que suspenderlas.