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Actualizado: 2 de julio de 2025
Hízole el padre la presentación de su hijo mayor, comieron todos alegremente y de sobremesa hablaron de política, única conversación que tenía el privilegio de distraer al pobre viejo, quien a cada instante hallaba medio de relacionar los sucesos de entonces con los de su juventud, estableciendo comparaciones entre hombres y épocas distintas.
Buscaba ante todo aquello que podía distraer a la joven para que se sintiese más interesada por la vida. Quizás aquel hombre tímido, como todos los hombres verdaderamente fuertes, evitaba explicarse a sí mismo el sentimiento nuevo que le atraía hacia ella. Temía verse preso entre dos deberes contrarios; no se podía ocultar que estaba ligado por toda la vida a la señora Chermidy.
Eran las familias de los chicos del Hospicio. Las madres venían de los barrios más extremos de Madrid: lavanderas, traperas, viudas de trabajadores, mendigas, todo el mujerío abandonado y mísero, que procrea por distraer el hambre. Se trataban como amigas al verse allí todas las semanas.
Todo fue tan instantáneo que la Princesa apenas tuvo tiempo de ver al pájaro, pero su atrevimiento y su hermosura le causaron la más extraña impresión. Pocos días después, la Princesa, para distraer sus melancolías, tejía una danza con sus doncellas, en presencia de los Príncipes. Estaban todos en los jardines y la miraban embelesados.
Sólo los hombres holgazanes y vanidosos que quieren mantener las tradiciones de sus antepasados para distraer su ociosidad, han hecho de la caza la principal ocupación de su vida.
En esto encontraba Roussel un gran campo de discusión y le aprovechaba, ocupando á Mauricio con sus razonamientos y forzándole á distraer su dolor en controversias. En resumen, sospechaban que la señorita Guichard había secuestrado á la señora de Aubry de un modo tanto más criminal cuanto que no tenía sobre la joven ni derechos naturales ni derechos adquiridos.
Sofía D... se había impuesto cinco horas diarias de estudio de piano, dos de pintura, una de canto y dos de paseo higiénico: total, diez horas de ocupaciones sagradas que nada ni nadie tenía derecho a distraer... Condiciones sine qua non del matrimonio; había que tomarla así o dejarla... Yo la dejé con mucho gusto... ¡Cinco horas de piano!... ¡Cabeza hacía falta!...
Mientras hablaba así y mortificaba a don Andrés, Juanita apretaba el paso, y cuando estuvo ya cerca de su casa dio una carrerita, llegó a ella, abrió a escape con la llave que guardaba en el bolsillo y cerró la puerta de golpe. Tratando de distraer su mal humor, Juanita se puso a coser con precipitación, como si tuviese que terminar una tarea.
Los chulillos procuraban en vano, y exponiendo sus personas, distraer la atención de la fiera; mas ella parecía tener sed de sangre y querer saciarla en su víctima. En aquel momento terrible un chulo corrió hacia el animal y le echó la capa a la cabeza para cegarle.
Como estuviese leyendo con atención la cuarta plana de La Correspondencia, vino a distraer su atención la presencia de un joven que se acercó dándole las buenas noches con acento melifluo. ¡Hola, Godofredito! ¿es usted? ¿Cómo sigue usted, D.ª Rafaela?
Palabra del Dia
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