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Actualizado: 19 de junio de 2025
Yo me iba, mi madre, Las rosas coger, Hallé mis amores Dentro en el vergel. Cualquiera pensará que, en medio de tanto deleite, Morsamor estaba contento. Mucho distaba, no obstante, de ser así. En cierto modo puede bien afirmarse que Morsamor se hallaba cada día más prendado de donna Olimpia.
De allí á poco encontramos una canoa con sólo un indio, mozo bien dispuesto y de fuerzas, de nación Mbiritiy, que sin ningún temor se llegó á la barca; hicímosle mil caricias, y aunque ni él entendía nuestra lengua ni nosotros la suya, con todo eso, con señas y ademanes nos dió á entender que su Ranchería distaba de allí dos ó tres jornadas de camino.
Con estas interesantes biografías y los comentarios subsiguientes, entretuvimos el camino, sinuoso y endemoniado, dejando por nuestra derecha la cuenca del río que distaba ya muy poco de sus fuentes.
Magdalena era la que le hablaba en la brisa, la que le acariciaba en el perfume de las flores, la que sujetaba su vestido a las espinas de aquel rosal, cuyas rosas había ella arrancado tantas veces. Pero todo esto distaba mucho de ser triste y melancólico y más bien toda aquella emanación de la joven era alegre y parecía gritar a Amaury: « No te muerto, Amaury.
Como se ve, Goethe no era un creyente, si por creyente entendemos el que cree en religión determinada; pero distaba mucho de ser un escéptico. Nos inclinamos a afirmar que era optimista, como casi todos los grandes pensadores alemanes, desde Leibnitz hasta que aparecen Schopenhauer y Hartmann.
Sin embargo, cuando regresó a la casa no había indicios de la susodicha ruptura de cadenas. En vez de las apresuradas idas y venidas de criados que siempre indican algún acontecimiento trascendental, notó una calma de mal agüero. El señorito no volvía: verdad es que Castrodorna distaba bastante de los Pazos. Fue preciso sentarse a la mesa sin él.
Como á las dos leguas encontré con una rancheria de Tobas á la parte del S. Dijéronme que eran del pueblo que se estaba haciendo: serian como 200 de toda chusma, y habiéndoles pedido un indio para que acompañase á D. Josè Parrilla, por tierra, adonde estaba el Comandante General D. Francisco Arias, y darle aviso de mi llegada, franquearon indio y caballo, y dijéronme distaba el nuevo pueblo cinco leguas: regalélos, y á la media legua habia á la parte del N una rancheria de 100 Mataguayos.
No bien llegó el Comendador á Villabermeja y dejó el caballo en su casa, se dirigió al convento, que distaba pocos pasos, y como era la hora de la siesta, halló en su celda al P. Jacinto, el cual no dormía, sino estaba leyendo, sentado á la mesa. Mis lectores deben de formarse ya, por lo expuesto hasta aquí, cierta idea bastante aproximada de la condición del mencionado fraile.
Doña Luz distaba mucho de creer que la política fuese lo que por política entendía D. Acisclo: pero, viendo lo convencido que él estaba de que no era otra cosa, y notando además que Pepe Güeto y su mujer no distaban mucho de pensar como don Acisclo, no quiso predicar en desierto ni tratar de convencerlos de que el verdadero concepto de la política era muy diferente.
En aquel momento no distaba mucho de creerme realmente el Rey, y alzando la frente dirigí una mirada de triunfo a los balcones atestados de hermosas. De repente me sobresalté; acababa de ver, fijos los ojos en mí, el hermoso rostro de mi compañera de viaje, Antonieta de Maubán; noté que también ella parecía sorprendida, que se movían sus labios y que se inclinaba hacia mí como para verme mejor.
Palabra del Dia
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