United States or Seychelles ? Vote for the TOP Country of the Week !


Carmen no la conoció...; ¿quién sería?... Le pareció que le estaban diciendo al oído, con oficiosidad maliciosa: ...; es Rosa, la del molino; una de mucho empaque..., pinturosa de la rama.... La niña de Luzmela volvió la cabeza hacia otro lado, muy despreciativa, con un desdeñoso gesto de mujer de calidad.... Se había encalmado ya su corazón en un compás armonioso y grato.

Hizo Salvador un movimiento de repugnancia como si se le aproximara un reptil, la midió con mirada despreciativa y colérica y salió de la sala muy altivo, sonriéndose, con una audacia nueva en él, tan provocativa, que Narcisa le persiguió diciéndole desvergüenzas, extinguido ya el resto de pudor que hasta aquel día la contuvo en su tentación de insultarle a la cara.

Y doña Manuela, ofendida por la insistencia de su hijo, que tildaba de «quijotesca», se separó de él casi tan huraña y despreciativa como Conchita. Ahora que Juanito sentía a su alrededor un triste vacío. ¿Quién quedaba en aquella casa que pensase como él? Únicamente en los hombres había que buscar la vergüenza. Rafaelito y él eran los depositarios de la dignidad de la familia.

Cuando oímos a un extranjero que tiene la fortuna de pertenecer a un país donde las ventajas de la ilustración se han hecho conocer con mucha anterioridad que en el nuestro, por causas que no es de nuestra inspección examinar, nada extrañamos en su boca, sino en la falta de consideración y aun de gratitud que reclama la hospitalidad de todo hombre honrado que la recibe; pero cuando oímos la expresión despreciativa que hoy merece nuestra sátira en bocas de españoles, de españoles sobre todo que no conocen más país que este mismo suyo que tan injustamente dilaceran, apenas reconoce nuestra indignación límites en que contenerse.

Tan sólo cuando observaba algún rasgo del despotismo escandaloso que éste ejercía sobre su ídolo, alguna frase despreciativa que hacía asomar las lágrimas á los ojos de la bella, se oscurecía su semblante y quedaba silencioso y sombrío largo rato.

Momo miró a María con toda la despreciativa dignidad compatible con su tuerta cara, y dijo en voz profunda y tono concluyente, alzando y bajando alternativamente el dedo índice: ¡Gaviota fuiste, Gaviota eres, Gaviota serás! Y le volvió arrogantemente la espalda.

Ventura, con su desdeñoso porte, con sus riquísimos vestidos, con la frialdad despreciativa con que trataba a sus conocidas, vengaba lindamente a aquella pobre mujer, a quien las señoras de Sarrió tanto habían hecho sufrir en vida. Se pasó el invierno en Tejada, un invierno crudo, como pocos lo habían sido. A temporadas llovió mucho, y esto hacía imposible el salir de casa.

Los gastos que uno tiene son cada vez mayores. ¿A que no sabes lo que llevo gastado este año, vamos a ver? Poca cosa respondió el duque con sonrisa despreciativa. ¿Poca cosa? Pues pasa de setenta y cinco mil duros, y aún estamos en Noviembre. ¿Qué dices? manifestó el duque con viva sorpresa . No puede ser. Lo que oyes.

Al cumplimentarlo la vizcondesa por su prudencia esperó provocar una expansión confidencial que mucho ansiaba, porque después de haber temido por parte de este enamorado con tanta crueldad desahuciado violentos transportes de enojos, creyó descubrir en sus claras intuiciones de mujer que, bajo aquella tranquilidad seca y fría, se ocultaba algo terriblemente alarmante, porque si esta indiferencia de Pierrepont era sincera, acusaba una ligera y casi despreciativa inconstancia que el bello sexo no admite en estos asuntos de corazón; pero con el íntimo conocimiento que del carácter del marqués poseía, temía más bien que esas apariencias glaciales encubriesen una de esas heridas tanto más terribles cuanto que no están sino cerradas en falso.

¡Ta, ta, ta!... ¿Y a usted quién le mete en esto, D. Andrés?... Soy su padre y hago lo que quiero. ¡Vergüenza debía darle ensañarse así con una pobre chica! Pues si no le gusta, D. Andrés, tómelo en dos veces. En mi casa mando yo. Váyase a la suya si no quiere verlo. Ahora mismo dijo; y echándole una mirada iracunda y despreciativa, salió furioso del molino.