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Actualizado: 7 de septiembre de 2025
No, Pablo, es que aquí, en casa, sucede una cosa horrible, una desgracia inaudita... ¿ves? ya estoy llorando; no puedo contenerme... tengo el cuerpo como si me hubieran dado de palos y alguien se me hubiera paseado por encima luego... anoche no he pegado mis ojos, cavilando, cavilando... pues, sucede, Pablo, que Quilito, de él se trata, desgraciadamente, en ese juego maldito de la Bolsa, ha perdido... no sé cuánto, mucho, y debe, y no puede pagar y ese don Raimundo irá mañana a casa de Esteven, y esto no lo podemos consentir...
Desgraciadamente el asado había sido colocado en la extremidad del gancho, como para impedir que se fuera a quemar durante la ausencia del dueño. «¿De modo que este viejo tonto de ojos saltones se permite cenar carne? pensó Dunstan . Siempre se había dicho que vivía de pan duro, para ponerle freno a su apetito.
En este sentido llegó a escribir un artículo luminoso que envió a los Anales de las ciencias naturales, ya que sus revistas El mundo orgánico y El mundo inorgánico no se publicaban hacía tiempo por falta de dinero. Desgraciadamente no fue posible insertarlo, ni allí ni en otra revista extranjera adonde lo remitió. Los celos de sus colegas le perseguían, como ha sucedido siempre en tales casos.
Iba surgiendo, desgraciadamente, la revelación temida, aquello que fuera sólo indecisa sospecha, ligero fantasma rechazado siempre, pero que no había cesado de rondar invisible, a sus espaldas. Su alma se llenó de desesperación. ¿Y cómo era posible que Carmen no comprendiera todavía? "16 de marzo. "Largo rato estuve hoy hablando con Julio, sólos.
De esta vez tenía en la garganta una pera de ahogo. No, señora; casada, no.... Ya sabe usted que... desgraciadamente... las aldeanas..., por aquí... no es común que guarden el mayor recato.... Debilidades humanas.
En el día es preciso hablar y correr a un tiempo, y de aquí la necesidad de hablar de corrida, que todos desgraciadamente no poseen. Un libro es, pues, a un periódico, lo que un carromato a una diligencia. El libro lleva las ideas a las extremidades del cuerpo social con la misma lentitud, tan a pequeñas jornadas, como aquél lleva la gente a las provincias.
Lo mismo Laura que yo hemos venido extasiados todo el camino contemplando las hermosas riberas del Lora. ¡Oh! Han llegado ustedes en la mejor estación. Es la época en que se evapora la cortina de nieblas que las ha tapado todo el invierno. Este país con luz sería muy bonito; pero desgraciadamente no la tenemos sino dos ó tres meses al año. El señorito Octavio no dejaba la sonrisa beata.
»Señora: »La pregunta que usted hace me hiere en lo vivo y me obliga a confesar una situación deplorable, en la que nos hallamos muchos jóvenes de mi edad, sin atrevernos a quejarnos. »Nadie desea casarse más que yo. Desgraciadamente, no tengo fortuna. Siendo reducidos mis recursos, me es tan imposible encontrar una mujer rica, como casarme con una pobre. »Homenajes respetuosos.
Hizo luego una breve explicación científica, y terminó diciendo: Puede vivir unos cuantos meses... tal vez años, aunque desgraciadamente no lo espero... y cualquier contratiempo en la marcha de la enfermedad puede también ocasionar un desenlace fatal en pocos días. Acaso la saquemos adelante; pero hoy por hoy su estado es muy grave. Si mejorase algo, lo más juicioso sería llevársela a Madrid.
Si los sucesores de Rotrou hubieran seguido su ejemplo, hubiese ganado mucho el teatro francés; pero desgraciadamente Corneille, al imitar los dramas españoles, emprendió una senda en la cual habían de desaparecer, en general, todas las excelencias y bellezas de aquéllas.
Palabra del Dia
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