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Actualizado: 31 de mayo de 2025


»Harta más gente se ha perdido entre los que han muerto de sed y huídose á los turcos, que se podían aventurar en haber guardado los pozos, como fueron muchos de parecer que se hiciese. »Respondéis á lo que os dicen que mandéis dar recado á los heridos, que los dejen morir, porque no coman las vituallas. Buena manera es ésta de animar á los sanos á pelear.

Ten entendido que cada peseta que aquí dejen os costará bastantes gotas de sudor... Y entre sudar debajo de la tierra ó á la luz del sol, es preferible esto último. No estoy conforme, D. Félix; no estoy conforme con eso exclamó Martinán disponiéndose placenteramente á entablar la discusión. El trabajo dentro de una mina, lo he oído decir en Langreo, es menos duro que fuera.

El espíritu de órden, que no es la menor prenda de este benemérito Magistrado, ha presidido á todas las operaciones de su memorable campaña, y no dudamos que cuando las demas atenciones que le rodean le dejen el tiempo necesario para coordinar los materiales preciosos que tiene acopiados, se derramará una gran luz sobre el territorio y las tribus que ha conquistado.

Queremos irnos de aquí, Capitán dijo un chino que llevaba una trenza de un metro de larga . Queremos abandonar esta costa, en la cual los salvajes abundan tanto como las peonías en nuestros jardines. Y yo deseo llevar mis huesos a mi patria, antes de que los dejen limpios de carne estos salvajes dijo otro. ; todos queremos marcharnos de aquí añadieron los demás.

Desengáñense ustedes decía Fuertes sentándose , que esto no tiene señal de juicio... ni los que andan en ello tampoco... ¡Ah! pues dejen ustedes que se inflen todos esos trapos y empiece el viento a enredarse entre ellos... ¡Ni san Pablo para aquí entonces sin romperse la crisma con algo, o echar los hígados por la boca!...

Lo que no tolero, es que dejen a papá solo y esté la casa hecha un asco. Yo no puedo permanecer aquí constantemente; y, además, su situación exige cuidados que un hombre no puede ni sabe darle. Consentiré que mamá y Leocadia sean devotas; pero antes tienen que ser lo que han sido hasta ahora, mujeres de su casa y enfermeras de mi padre.

Contoneábase con arrogancia, chupando el puro que llevaba en la mano izquierda; movía las caderas al andar bajo su hermosa capa, pisando fuerte, con una petulancia de buen mozo. ¡Vaya, cabayeros... dejen ustés paso! Muchas grasias, muchas grasias.

Todo lo cual no nos priva de ensalzar las ventajas que tienen los Cármenes de Granada sobre las estepas de Rusia, ni de empeñarnos en que usen tirillas y fraque las kabilas de Anghera, y en que dejen sus tardas yuntas por las veloces locomotoras nuestros patriarcales campesinos....

, iré dije mirando el postrado cuerpo del Rey. Esta noche continuó Sarto apresuradamente y en voz baja, debemos pasarla en palacio, de acuerdo con el programa trazado de antemano. Pues bien, apenas nos dejen solos, se queda Federico de guardia en la cámara del Rey, montamos a caballo usted y yo y nos venimos aquí a escape.

Yo tengo para que el sabio Merlín no estará contento con tanta blandura; menester será que el buen Sancho haga alguna diciplina de abrojos, o de las de canelones, que se dejen sentir; porque la letra con sangre entra, y no se ha de dar tan barata la libertad de una tan gran señora como lo es Dulcinea por tan poco precio; y advierta Sancho que las obras de caridad que se hacen tibia y flojamente no tienen mérito ni valen nada.

Palabra del Dia

rigoleto

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