Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 26 de mayo de 2025


Yo corro más y más: vuelvo la cabeza y miro las rocas huir avergonzadas de , y que se ocultan y bajan sus crestas las unas tras las otras. Pero el águila escuchó sus amenazas, y juzga con la loca presunción que me hará su prisionero en el desierto; se lanza por los aires y sigue mis huellas con carnívoro afán, y tres veces cerniéndose en el cénit me rodea la cabeza con una negra corona.

La famosa gruta de Palta-Cueva, colocada entre dos crestas que era preciso traspasar, manifiesta bastante, por las osamentas de mulas que se ven por todas partes en sus alrededores, lo peligroso que es el detenerse en ellos; peligro difícil de evitarse por lo muy largo del tránsito y por lo escabroso del camino.

Nuestra bomba no basta para desalojar el agua que entra. Subió a cubierta. La noche había cerrado y el golfo de Carpentaria ofrecía un espectáculo horroroso. Altas olas, con las crestas cubiertas de blanca espuma, iban hacia el Sur con terribles mugidos, rompiéndose impetuosamente contra los costados del junco.

Aquellas buenas gentes, digo, unas subían a las más altas crestas de los montes, para divertir los ojos en la sosegada llanura del mar, que allá al lejos se parecía; otras se entraban por entre las arboledas y frutales de tanto huerto y jardín como cercaban la aldea, y aquí o allá grupos de mancebos granados o muchachos de corta edad se entretenían en jugar al mallo y en tirar la barra, o en soltar al aire pintadas pandorgas con la mayor alegría del mundo.

De vez en cuando, a ras de la líquida superficie, surgía una mancha negra; las crestas de los cañaverales inundados; las copas de los árboles; vegetaciones extrañas y monstruosas que parecían enroscarse en la sombra. El silencio era absoluto. El río, libre de la opresión de la ciudad, no mugía ya; se agitaba y arremolinaba en silencio, borrando todos los vestigios de la tierra.

Las nubes pardas, opacas, anchas como estepas, venían del Oeste, tropezaban con las crestas de Corfín, se desgarraban y deshechas en agua, caían sobre Vetusta, unas en diagonales vertiginosas, como latigazos furibundos, como castigo bíblico; otras cachazudas, tranquilas, en delgados hilos verticales.

La vista abarca todas las faldas de la Sierra, cuyas crestas coronadas de nieve brillan magníficamente; reposa con placer sobre los hermosos bosques y prados del inmenso parque, y se deleita en la contemplacion de los lindos jardines y las espléndidas alamedas que circuyen la casa del Príncipe, como de los suntuosos patios y terrazas del pié del palacio, cuyas fuentes arrojan graciosamente sus aguas saltadoras entre grupos de arrayanes artísticamente cultivados.

Si aquellos guerreros, después de largas luchas con los montañeses, lograron vencerlos en sus guaridas, y llevaron hasta las nevadas crestas los linderos de sus dominios, tuvieron que sufrir luego el ataque de otro invasor, y la frontera que habían dado á sus posesiones se pierde en la inmensa extensión de un imperio poderoso.

Las sombras se espesaban en las márgenes del lago y subían por los flancos de la roca hasta tocar en la cima. El reguero luminoso brillaba en el centro como una cinta de oro. Al fin la luna apareció toda entera sobre una de las crestas y emprendió su marcha callada por el espacio. Las estrellas la seguían con sesgo vuelo como una bandada de pájaros.

El 29 de julio de 1826 me embarqué en Brest á bordo de la Meuse, fragata del Estado, y principio á mi peregrinacion trasatlántica. Hice escala en las Canarias, en donde durante algunos dias pude estudiar, á la vista del famoso pico de Teide, las producciones de la isla de Tenerife, así como sus crestas desgarradas.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando