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Actualizado: 5 de julio de 2025


Quien haga reflexîon sobre la flaqueza del entendimiento humano, lo poco que se sabe, y lo mucho que se ignora, la facilidad con que caemos en el error: los extravíos á que venimos por los sentidos, por la imaginacion, por el ingenio, por los falsos raciocinios, por la precipitacion del juicio, por falta de método, cosas todas que cada uno de nosotros tiene cada dia ocasion de experimentar en mismo, será preciso que confiese, que las luces naturales del hombre no le subministran noticias bastante seguras, fieles y constantes para llevarle al supremo Príncipe de todo lo criado; para lo qual las noticias que él se ha dignado dar de mismo por medio de la revelacion, hacen la total certeza con que se ha de caminar á buscarle.

Y es mucho de notar para la confusion de estos y de los demás judíos, que habiendo un religioso francisco antes de entrarle la cabeza en la argolla propuesto algunas razones eficaces para que conociese á Jesucristo Ntro. Sr. y saliese de su error, le respondió estas palabras: Reniego de Dios, que primero me llevará el diablo, que confiese á Jesucristo

Su situación en aquella casa fúnebre, la tristeza en que vive y se consume, ¿no serán causa de que desee libertad, vida, afectos, todo lo que allí no tiene, ni puede, ni sabe darle ese joven indiferente, ocupado por la pasión política? Confiese usted que la situación era la más á propósito para que yo aspirara á merecer de ella algo más que gratitud. Resolví sacarla de allí, llevármela.

Mas como ella se detuviera de nuevo para repetir aquel concepto de la honradez, Feijoo, que era hombre muy franco, no pudo menos de decirle: «Amiguita, usted no está buena, quiero decir, a usted le ha pasado algo muy gordo. Confiese usted a , que soy un amigo leal, y le daré buenos consejos». ¿Pero duda usted dijo Fortunata, apoyándose en la pared , que yo haya sido siempre...?

El profundo respeto que te tiene, la ciega obediencia con que se somete á tu voluntad, la creencia de que casi todo es pecado, no consentirán que ella confiese nunca ni á misma lo que te digo; pero yo no dudo ya que lo siente. Ahora bien; ¿es merecedora Clarita de esa penitencia? ¿Es digna de ese castigo? ¿Qué derecho tienes para imponérsele?

La expresión de sus sentimientos acerca del tremendo anatema perdiose en la oscuridad de aquella caverna. «Al menos, desdichada, confiese usted su delito dijo Rubín, que deslizándose en las tinieblas había encontrado un cajón en que sentarse . No me oculte usted nada. ¿Cuántas veces, cuántas veces ha faltado usted a su marido?». La contestación tardaba.

El Magistral dijo: Todavía no he explicado a usted por qué pretendía yo que fuese a la catedral esta tarde. Quería decirle, y por eso he venido, además de que me interesaba saber cómo seguía, quería decirle que no creo conveniente que usted confiese por la mañana. Ana preguntó el motivo con los ojos.

Por esto, pues, se desorientan los curiosos, y sus amores de V. siguen secretos; pero Lucía lo paga. Confiese V. que es mucha generosidad. Yo... Sr. D. Fadrique... No se disculpe V. No hablo de ello para que V. se disculpe, sino para narrar los sucesos como son en .

Si esto ha sido cosa de Tirso y ha empezado por hacerla ir a misa, luego querrá que confiese, vele al Santísimo y vaya a las Cuarenta Horas, con todo lo cual verás cómo anda la casa y se descuida el atender a papá. Ya estás creyendo que se nos ha entrado la Inquisición por la puerta. Milagro será que no pretenda hacernos a todos beatos.

Una mañana, por último, doña Luz escribió a doña Manolita el siguiente billete: «Querida amiga mía: No puedo callar más tiempo. Mi infortunio me ahoga, me mata, y quiero vivir. Soy muy desgraciada y hay una esperanza que me sonríe. Necesito conservar la vida. Temo que este oculto dolor me asesine. Es menester que te le confiese; que me desahogue contigo; que tu compasión y tu amistad me salven.

Palabra del Dia

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