Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 2 de julio de 2025


Pero en vez de dormir empezó á cavilar con tanto desvarío y agitación como durante la noche. Elías tampoco había vuelto. ¿Qué sería de él? ¡Oh, qué luz! Tal vez le había encontrado y estarían juntos en alguna parte. En esto entró Pascuala que venía de la calle. La alcarreña se acercó á Clara, adornando la redonda y vasta fachada de su cara con impertinente sonrisa. ¿Sabe usted lo que ha pasao?

El airecillo nocturno llevaba calle abajo el picante olor de la cebolla y el hedor de la manteca requemada. Salí de la botica contagiado de tristeza pedagógica. Pensé en mi situación; me puse a cavilar en mi suerte; en que era yo pesada carga para mis tías, las cuales me habían sostenido por tantos años a costa de extremos sacrificios. Aquello no podía seguir así.

» Pues con todo eso y algo más, que no es de este momento y me llega muy al alma, me di a cavilar anoche..., ¡qué horas aquéllas, Virgen santa!..., y cavilando sin cesar, y pensando y midiendo, como quería mi madre..., ¡que Dios te libre, de la tentación de pensar demasiado, cuando necesites decidirte pronto y a tu gusto!

El lecho estaba como lo había dejado la agonía, y la almohada con la señal de lo que ya no volvería a cavilar y a soñar sobre su blandura. Los botes de medicinas, el penado, el almirez, las tazas, las vendas, todo había quedado revuelto y confundido sobre los muebles, haciendo pensar en la ansiedad de la lucha postrera.

Con lo que no se conformaba era con no tener chiquillos, «porque todo se puede ir conllevando decía , menos eso. Si yo tuviera un niño, me entretendría mucho con él, y no pensaría en ciertas cosas». De tanto cavilar en esto, su mente padecía alucinaciones y desvaríos. Algunas noches, en el primer periodo del sueño, sentía sobre su seno un contacto caliente y una boca que la chupaba.

Mientras la carta permaneció cerrada en manos ya de D. Acisclo, y sin llegar a las de doña Luz, aunque transcurrió poquísimo tiempo, D. Acisclo le tuvo de sobra para cavilar y forjar una risueña hipótesis acerca de su contenido.

Volvió a cavilar en silencio, que D. Acisclo no se atrevió a interrumpir, y volvió a reírse un si es no es descompuestamente. Como doña Luz era la compostura personificada, D. Acisclo se aturdió con tan insólita risa. Hubo un instante en que cruzó por el pensamiento de D. Acisclo que doña Luz se reía sin duda de que su padre le recomendase que le tomara a él por administrador.

Aún estaba allí la dama con el rostro vuelto hacia la ventana. Lázaro se volvió á acostar, y pasado un cuarto de hora en que caviló cuanto puede cavilar cabeza humana, se asomó de nuevo y vió la misma figura blanca, inmóvil en el mismo sitio y con los dos terribles ojos negros fijos en la ventana. Aquello le acabó de confundir.

Mi salida de la casa de Castro Pérez, salida que además de enojosa me pareció ofensiva para mi buen nombre, me puso abatido y desalentado. Todos aquéllos que me veían en la calle, sin ocupación ni empleo, y que antes me vieron en el despacho del abogado, pensarían, sin duda, que Castro Pérez me había despedido por algo vergonzoso. Dime a cavilar en esto, y me resolví a no salir de casa.

Os prometo señor cura, no volver a hablar más del amor. Trata, sobre todo, Reina, de no cavilar sobre cosas que no comprendes. ¡Oh! que no comprendo... exclamé yo, estallando inmediatamente, en cuanto a eso comprendo y muy bien, y contra todos los curas de la tierra sostendré que... ¡Bah! exclamó desalentado el cura, ya has faltado a tu promesa de hace un momento.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando