United States or Saudi Arabia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Ella entonces, encolerizada, le arrojó al suelo, y echándole las manos al cuello y apretándoselo más de la cuenta, le preguntó severamente: ¿Volverá usted a hacerlo? ¿volverá usted? Andrés dijo que no, y pudo levantarse. Pero estaba tan irritado, que fue a buscar en silencio el sombrero que se le había caído, recogió también la carabina y se marchó sin despedirse.

Sus ojos, agrandados por la emoción, vagaron por la cocina, sin encontrar un sombrero calañés ni un trabuco. Vio un hombre desconocido que se ponía de pie: una especie de guarda de campo con carabina, igual a los que había encontrado muchas veces en las propiedades de su familia. Güenos días, señora marquesa... Y su señó tío el marqué, ¿sigue güeno?

Al lado del réprobo y apoyado en el cuello de Iscar, se veía al joven Blasillo, vestido de negro también, y teniendo en la mano una larga carabina damasquinada; después, Bentek y sus negros, formados en dos filas, rodeaban silenciosamente los cañones, y el ligero humo blancuzco que se elevaba de cuando en cuando probaba que las mechas estaban encendidas y las piezas cargadas.

Y dirigiendo casualmente la mirada hacia la aldea, que se hallaba sólo a dos tiros de carabina, vio a algunas mujeres barrer delante de sus puertas y a algunos vejetes que se saludaban, mientras fumaban la primera pipa del día, junto al umbral de su chamizo.

Pero el joven marqués no entendía lo que aquello significaba, se aburría, y más de una vez se le escapó para preguntar a Narciso Luna si no pensaba ir este año a Álava a cazar codornices y si éstas eran tan gordas como las de Castilla, o bien se acercaba a Clara para decirle que dentro de algunos días esperaba de Londres la carabina que tenía encargada y que era una maravilla, al decir del amigo que allí se la había comprado.

Casi todos los cantones suizos tienen un establecimiento permanente donde los ciudadanos se ejercitan en el tiro de fusil ó carabina, como en otro tiempo en el de alabarda.

Blasillo dejó caer el gatillo de su larga carabina, y el capitán Massareo, por el brusco movimiento que le hizo hacer su herida, se encontró casi sentado en el puente, fijando en el gitano unos ojos mortecinos que miraban sin ver. Creo que la bala de Blasillo le había roto una pierna.

Peñálvez cavaba sin darse cuenta de lo que hacía... Y la Pepa dijo: El asado ya va a estar... Apremiado por esta advertencia, el Chucro se plantó con su carabina a pocos pasos de su víctima, cuidando sin embargo, de no ponerse al alcance de la pala, y le gritó: ¡Apúrate más, maulón!... Apresurose nuevamente Peñálvez, aunque sin terminar todavía...

Relataban los periódicos sus genialidades como si fuese un personaje nacional; sufría el gobierno interpelaciones en las Cortes, prometiendo una captura pronta, que jamás llegaba; concentrábase la Guardia civil, movilizándose un verdadero ejército para su persecución, mientras el Plumitas, siempre solo, sin más auxiliares que su carabina y su jaca andariega, deslizábase como un fantasma por entre los que le iban a los alcances, les hacía frente cuando no eran muchos, tendiendo alguno sin vida, y era reverenciado y ayudado por los pobres del campo, tristes siervos de la enorme propiedad, que veían en el bandido un vengador de los hambrientos, un justiciero pronto y cruel, a modo de los antiguos jueces armados de punta en blanco de la caballería andante.

Bien hacen algunas muchachas desenfadadas en llamar carabinas a tales ayas o acompañantas: son la carabina de Ambrosio. Por eso he dicho y lo repito, perdóneseme la inmodestia, que mi prudencia me ha valido. Parece inverosímil que tenga yo tanto mundo y tanta perspicacia. No, yo no me equivoco. Es persona muy digna.