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Actualizado: 20 de septiembre de 2025
Aun cuando los síntomas torácicos no sean inflamatorios, hay, sin embargo, opresion, punzadas, disnea al subir una elevacion, dolores lancinantes al bostezar, al toser, al moverse; el decúbito alivia. El borax es, pues, un medicamento que dirige su accion electivamente á las membranas mucosas y á la piel.
Para reparar un poco la torpeza se puso a contarles lo que había pasado el día anterior en el Ayuntamiento, con tales pormenores, que Mariana no tardó en bostezar como una bendita que era, y D.ª Esperanza se enfrascó en su bordado y dió señales de estar pensando en cosas muy distintas. Esperancita terminó por hacer una seña a Castro para que se acercase.
La faringe es la parte del sistema mucoso en la que mas se concentran los síntomas: la sensacion de escoriacion es aquí dominante, y para darla mas realidad, se presenta con especialidad en el acto de la deglucion y con la tos; hay tension al bostezar, presion y arañamiento por todo el dia, mucosidades espesas, de color gris, gelatinosas, que se desprenden fácilmente al espectorar por la mañana: esta época debe tenerse presente.
El no leía los periódicos que le llegaban de España, porque venían por paquetes y su vista le hacía bostezar; las ideas que había pescado, usadas todas, necesitaban refuerzo y no estaban allí sus oradores: y aunque en los casinos de Manila se juega bastante y se dan bastantes sablazos como en los círculos de la Corte, no se permitía en aquellos sin embargo ningun discurso para alimentar los ideales políticos.
Temblaba de frío, y con el brazo derecho oprimía los aros broncíneos de un trombón, dirigiendo la abollada boca hacia adelante como si quisiera bostezar con ella en vez de hacerlo con la suya propia. «Este amigo dijo Ido, en son de presentación , este amigo mío... un italiano, señora... se llama el señor de Leopardi, un artista desgraciado.
Acostumbrado, además, Perícles a la concisión en el narrar de tantas y tan bellas fábulas, leyendas y tradiciones de su patria, yo apostaría mil contra uno a que no sufriría con paciencia, sin bostezar y sin dormirse, las pesadísimas e interminables descripciones de una novela de Zola.
Paréceme que te fastidio dijo Rafael, después de algunos minutos de silencio, viendo bostezar a su prima. ¿Hasta ahora no lo habías echado de ver? respondió Rita. Esto es que deseas que me vaya. Ya se ve, ¡como Luis Barajas es tan celoso! ¡Celoso de ti! respondió su prima, lanzando una de sus carcajadas repentinas : tan celoso está de ti como del inglés gordo.
El rector Momaren también hizo un gesto igual, y hasta Gurdilo permaneció inmóvil, imitando la actitud del odiado gobierno. Todos fingían no conocer el mecanismo de acero ni sentir interés por averiguar su uso. Las señoras y señoritas empezaron á bostezar de aburrimiento en las galerías altas.
Su única ocupación fué bostezar leyendo libros viejos, regar su pequeño jardín y hacer comparaciones entre su vejez y la de su ama de llaves. Un día, vió turbada esta soledad. Le visitaron los organizadores de un banquete en honor de «nuestro poeta», con motivo de la nueva condecoración que le había concedido el gobierno.
María Valdivieso, que andaba de monos con su prima, procuraba bostezar con fingido disimulo siempre que la miraba esta; la embajadora de Alemania cantó con notable falta de gracia una balada, que calificó la duquesa de ladrido, y a las doce y cuarto, cuando Pedro López, después de tomar el té y encerrar en sus bolsillos provisión de sandwiches suficiente para toda la semana, comenzó a hacer el recuento para la crónica de salones que publicaba La Flor de Lis todos los sábados, sus ojos atónitos pudieron tan sólo contar bajo los artesonados techos el número exiguo de catorce señoras: siete pertenecían a la familia de los pecados capitales y las otras siete podían repartirse entre la de los enemigos del alma: mundo, demonio y carne.
Palabra del Dia
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