Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 29 de mayo de 2025
Aun estaba en el lecho la pobrecilla. Al verme sonrió tristemente. ¿Ya te vas? murmuró con voz muy trémula. Sí, tía; le contente, abrazándola ya es hora de irnos; ya dieron las seis y me están esperando.... Bueno... vete, y ¡que Dios te bendiga! Escribe luego que puedas. Saludas de nuestra parte al señor Fernández, y a la señorita. Escribe con frecuencia.
Bendiga mi frente la muerta; la madre que lloro y bendigo. Por ella yo he abierto mi puerta, y he dado mi plata al mendigo. A NUESTRO SE
Si sólo se tratara del conde mi señor... merecido lo tiene, pero vos... vos sois distinta cosa... y creedme, doña Catalina... cuando dos almas se casan no hay nada que las divorcie; búscanse, se juntan, se acarician, por más que los cuerpos que las aprisionan anden lejos... y la memoria... ¡bendiga Dios la memoria, consuelo de desterrados!... Tormento de mal nacidos... ¿Por mal nacida os tenéis?
Habéis mentido en vano dijo la condesa ; mi prima lo ha adivinado todo. ¡Todo! pues mejor. Mejor, sí... porque he acabado de resolverme... ¿y qué me importa? cuando se ama á un hombre que se llama Quevedo, no hay por qué avergonzarse de amarle. Dios bendiga vuestra boca. Os espero. ¿Cuándo? Esta noche. ¿Por dónde? Por el huerto. Larguísimo va á ser para mí el día.
De tarde en tarde, en tiempo, el médico subía de Sacramento: preguntaba por la criatura de Magdalena, como llama a Juan, y cuando se marchaba, solía decir: «Magdalena, es usted un portento: Dios la bendiga», y después de esto, no me parecía la vida tan triste y desabrida.
Porque la carta era de Madrid mismo, puesto que el sello del Congreso la franqueaba... Nada, nada, fuera temores, que el derecho era suyo. ¡Qué demonio! A quien Dios se la dio, san Pedro se la bendiga; y el que está más cerca de la cabra, ese la mama...
Buenas noches, y... contadme por vuestro amigo. Gracias, padre dijo Montiño tomando la mano que el padre Aliaga le tendía y besándosela. ¡Que Dios os bendiga! dijo el padre Aliaga. Y aquellas fueron las únicas palabras en que Montiño notó algo de conmoción en el acento del fraile. Saludó y se dirigió á la puerta. Esperad: vos sois nuevo en el convento y necesitáis guía.
Es V. muy buena, muy hermosa... inocente de todo; Dios bendiga á V. y la haga tan feliz como merece. Y diciendo esto, alzó las manos como para bendecir á la muchacha, tomó su cabeza entre ellas y le dió en la frente un beso.
Huele aquí á contento, á paz, á alegría, á amor... Dios os bendiga, mis amigos, que tenéis sol claro en día de lluvia, y que vivís mientras otros se aperrean. ¿Y qué bueno hacéis, diosa? Escribo á mi padre largamente: antes habíale escrito una brevísima carta, pero no me basta. Estoy impaciente porque mi padre sepa punto por punto... ¿Es decir que os habéis metido á letrado? No os entiendo.
¡Que Dios le bendiga y proteja como yo deseo! ¡Cuánto tiempo hace que a El le tengo encomendada su existencia! Otra vez en su retiro de Milly se encuentra la pobre madre, después de tantas agitaciones personales, triste y lamentándose continuamente del vacío que se va haciendo a su alrededor con los casamientos de sus hijas y el de su hijo.
Palabra del Dia
Otros Mirando