United States or Falkland Islands ? Vote for the TOP Country of the Week !


Alzaba altivamente la frente, gritándole con arrogancia desesperada: ¡Pues bien! Yo le he matado... ¿Qué quieres? ¡Tu nombre de conciencia no me asusta! Eres apenas una perversión de la sensibilidad nerviosa. Puedo eliminarte con un poco de agua de azahar.

Sacramento se casó primorosamente vestida de blanco, adornado el traje de azahar, en actitud humilde, el pecho anheloso, las miradas entre pudorosas e inquietas, la tez descolorida cual si palideciese ante la inevitable proximidad de las caricias... y allá en el fondo del alma la imaginación alegre y licenciosa como ramera triunfante.

En la mano derecha lleva también un saco y en la izquierda una cesta que tiene en vez de asa un trozo de soga retorcida: allí trae una jícara sin asa, un borlón de darse polvos de arroz, un ojo de vidrio caído de un animalucho disecado, una rueda de butaca y la tapa de una caja de dulces adornada con un ramito de azahar artificial. Aquella mujer es la Mona.

El roder y su acólito tomaron asiento en la tartana de su pueblo, entre tres vecinas que saludaron con afecto al siñor Quico y unos cuantos chicuelos que pasaban las manos por el cargado retaco como si fuese una santa imagen. La tartana avanzaba dando tumbos por entre los huertos de naranjos, cargados de flor de azahar.

Innumerables transeúntes discurrían por ellas, entrando y saliendo de sus bazares a cuyas puertas pendían ricos damascos y tapices. En todas partes se alzaban suntuosos palacios, más bellos y suntuosos por dentro que por fuera: en todas partes bosques y jardines públicos donde sus felices moradores se solazaban con el aroma del azahar, del cinamomo y almoraduj.

En efecto, las campanas de la arruinada basílica de Santiago penden ya de sus poderosos trabes, mutiladas y mudas, sirviendo de lámparas al culto del Koran despues de haber proclamado con sus clamorosas lenguas el culto del santo apóstol: las chapadas puertas del mismo profanado templo yacen tendidas sobre las pintadas vigas de alerce ; la gran catedral de Compostela, abierta, saqueada, llena de escombros, solo habla de ruina y desolacion á los devotos peregrinos de lejanas tierras; y la mezquita de la orgullosa corte musulmana se ostenta ensanchada, enriquecida, pintada, embellecida con mármoles y mosáicos, y esmaltes, y doradas cúpulas, y maksuras, y alfombras y un cuento de luces, y embalsamada con el azahar, el ambar-gris y el aloe, y ceñida con su cinto de torres, y festonada con sus dentadas almenas, y guardada con sus ricas puertas de piedra, estucos, mosáicos y bronces, y finalmente, hecha oasis, no de un desierto, sino de un paraiso, con las murmuradoras fuentes y los olorosos naranjos y las esbeltas palmeras de su atrio pensil. ¿Quién no habia de temer, si no el fin del mundo, por lo menos el fin del cristianismo?

Rafael la veía a corta distancia, blanca, escultural, envuelta en el jaique en que se cubría al pasar de la cama al baño; lo primero que había encontrado a mano al bajar al huerto. Y bajo la fina lana, delatábanse las tibias redondeces con un perfume de carne sana, fuerte y limpia que, atravesando la tela, se confundía con la virginal respiración del azahar.

Ora se pone uno á vagar, soñando y recordando mil historias, bajo la sombra espesa de los bosquecillos de naranjos, limoneros y granados, donde se siente la embriaguez deliciosa que producen el azahar y el jazmin, la albahaca y las rosas en profusion.

La Bohemia Nocturna lleva una corona de estrellas sobre el cabello negro, negro como el ala del cuervo que canta «¡Nunca más!», en el poema del Dolor de las almas. Sus manos son de marfil transparente, como los dedos de niebla de las Parcas, y toda ella tiene un perfume vago de azahar y de adelfas y de incienso. El Amor, el Dolor y el Misterio.

Habia dispuesto la ciudad tres arcos triunfales, «el uno de los cuales era la misma Puerta Real de piedra... En el primero estaban las figuras de los emperadores Maximiliano, y Cárlos, y el rey D. Fernando el Santo, y el rey nuestro señor. Habia otras pinturas de mucho entendimiento. Encima de este arco estaba fingido el monte Parnaso con la fuente Helicona que manaba agua de azahar.