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Actualizado: 14 de mayo de 2025
Las casas de la derecha tienen todas salida a la mar por medio de escaleras mejor o peor labradas, según la importancia del edificio. Termina en el Campo de los Desmayos, donde se alza la iglesia, sobre una punta de tierra que avanza en el mar.
La bahía ó seno de Dumanquilas abierto al S., tiene su entrada comprendida entre la punta Lapat, que como queda dicho despide bajo fondo que avanza 2 millas hacia el E., y la punta Dumanquilas, que es limpia y de proximidades hondables: con un ancho de 12 millas entre las expresadas puntas, profundiza 16 millas hacia el N., y estrechando á media distancia forma después un abrigado puerto de buen braceaje y tenedero entre las pequeñas islas y diferentes ensenadas que encierra, pues se sondan de 30 á 15 metros en toda la bahía y 9 metros muy cerca de sus costas.
Seria, con una importancia un poco afectada, avanza del brazo de Martín, retirando de cuando en cuando los bucles que flotan sobre sus hombros; y cuando echa la cabeza para atrás, toma el talante de una reina, o, más bien, de una muchacha loca de alegría, que va a hacer la reina y que no está muy segura de su papel.
Nada más vulgar y común que el valor necesario para un duelo; pero esa expectativa de todos los instantes, esa sobreexcitación continua de los sentidos, olfateando, como la bestia, un peligro en cada sombra, un enemigo en cada hombre que avanza, requiere una firmeza moral inquebrantable.
Al aparecer el intruso, todas las miradas refluyen hacia él, y por cada uno de aquellos semblantes burlones y mundanos de «gente de teatro», pasa el mismo pensamiento, la misma expresión de sorpresa irónica: «¡Un autor novel!» Siente el mozo en las mejillas el choque, casi hostil, de tantos ojos curiosos, mas no se desconcierta, y confiado, sereno, con esa serenidad risueña que distingue á los fuertes de voluntad, avanza hacia el grupo: ¿El señor X...?
Fué no más vago sueño mentiroso; hoy me digo: «¡la amé!» A través de los siglos que han pasado, inmóvil en tu asiento; bañada por el mar desenfrenado que ruje turbulento ó seca por el viento que azota tu semblante descarnado, miras llegar tranquila la ola hirviente que rugiendo avanza, se recoge al llegar, duda, vacila y contra tí con ímpetu se lanza.
¡Y yo!... Te vi en la calle Imperial... no, digo, soñé que te vi. Yo te vi en la calle de la Magdalena. ¡Ah!, sí... la tienda de tubos; muchos tubos. Aun con este lenguaje amistoso, no se rompió la reserva hasta que no salieron a la Ronda. Allí el aislamiento les invadía. El coche penetraba en el silencio y en la soledad, como un buque que avanza en alta mar.
Sin duda van a hacer algo en las esclusas responde él en el mismo tono. No te muevas y no tengas miedo. La sombra avanza rápidamente... Un grito, una especie de rugido animal, atraviesa la noche, dominando el ruido de la tempestad. ¡Es Martín! dice Juan, retirándose algunos pasos.
Una península montañosa de 65 kilómetros de circunferencia se avanza hácia el Océano, formando un semicírculo por el lado nordeste, cerrado al opuesto por otro órden de montañas cuya costa determina la formacion completa de la bahía.
Acaeció, no obstante, lo que era de esperar: allá al final del cuarto acto, cuando el tenor avanza hasta las candilejas para expresar con algún do de pecho la emoción que le embarga, y las señoras se levantan de sus asientos dejándose poner los abrigos por sus maridos, amantes o admiradores, la roja camelia cayó al suelo: la generala, con el abrigo ya puesto, se precipitó fuera del palco, sin duda para ocultar su confusión.
Palabra del Dia
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