Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 18 de julio de 2025
Detrás, pálida como la cera, agarrando con sus manos crispadas la trasera del carro, seguía la viuda, á quien los sollozos ahogaban. Después venían los agentes, algunos compañeros del difunto y los curiosos. Tal fué el espectáculo que se ofreció á los ojos de Soledad al salir por los arrabales en busca de su madre. Velázquez, en aquellos aciagos instantes, fué la Providencia de la familia.
Seis son los teatros que cuenta Viena, en la ciudad y en los arrabales: el principal, situado cerca de la plaza de la Harina, y donde se canta la ópera italiana, vale muy poco, tanto por su escasa significacion artística como por su defectuosa construccion acústica. En los meses de abril, mayo y junio, temporada de la ópera italiana, se oyen en el teatro de Viena buenos cantantes.
Esta noticia cayó como un rayo en el campo de la revolución. Unos maldecían la hora y el dia de haber tratado verbalmente con los americanos; otros, censuraban haber cedido los arrabales.
Pero Dorrego podía haberlo visto, si él o los suyos hubiesen tenido mejores ojos. Las provincias estaban ahí, a las puertas de la ciudad, esperando la ocasión de penetrar en ella. Desde los tiempos de la Presidencia, los decretos de la autoridad civil encontraban una barrera impenetrable en los arrabales exteriores de la ciudad.
Necesito buscar otra asistenta... Bien quisiera seguir manteniéndola... pero no soy rica, como usted sabe... tenemos muchos gastos... Sí señora, sí, ya lo comprendo respondió la infeliz con sonrisa humilde y forzada. Demasiado ha hecho por mí. Salió de aquella casa, su último refugio, con el corazón apretado y las piernas vacilantes. Llegó a la zahurda que habitaba en los arrabales.
Cuando volvía de la Segada después de haber pasado algunas horas cerca de ella y entraba por los sucios arrabales de Vegalora, nuestro señorito dejaba escapar siempre un suspiro y se pasaba la mano por la frente. Allí se rompía el encanto. La nube brillante que le envolvía durante el camino volaba á unirse con las que el sol besaba antes de morir.
Cabesang Tales y yo nos reuniremos en la ciudad y nos apoderaremos de ella, y usted en los arrabales ocupará los puentes, se hará fuerte, estará dispuesto á venir en nuestra ayuda y pasará á cuchillo no solo á la contrarevolucion, ¡sino á todos los varones que se nieguen á seguir con las armas! ¿A todos? balbuceó Basilio con voz sorda.
A las diez de la mañana tomaba yo el sombrero y me iba a pasear por la ciudad. Al principio preferí los arrabales, los callejones sombríos, las márgenes pintorescas del Pedregoso o las plazoletas de la Alameda, vasto cuadro sembrado de fresnos, al pie de la colina del Escobillar; alameda sin flores y sin árboles copados, que por lo apacible y retirada me era gratísima.
Toda aquella gente de los arrabales, al verse en las tinieblas de la noche, con la casa inundada, perdió la calma burlona de que había hecho alarde durante el día. La dominaba el pavor de lo sobrenatural y buscaba con infantil ansiedad una protección, un poder fuerte que atajase el peligro.
Al contrario, en los arrabales ó la parte moderna de Valladolid se ven: hermosos paseos, espléndidas arboledas á la márgen del Pisuerga, los trabajos preparatorios de la estacion del ferrocarril que se adelanta, la animacion y el movimiento de carros en las cercanías de la cabeza del canal de Castilla, anchas y bien alineadas calles, casas hermosas y elegantes, nuevas construcciones que indican un rápido acrecentamiento de la ciudad, y todas las señales de una próxima regeneracion social.
Palabra del Dia
Otros Mirando