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Actualizado: 17 de junio de 2025
Así lo explica San Hilario y San Jerónimo ap. Lorin. y así lo enseña la experiencia de tantos siglos, que los ha mirado y admirado en todas partes, como las heces de la tierra; la irrisión y la abominación de las gentes: tanto, que refiere Amiano l. 2 que pasando por la Palestina Marco Emperador, apurado del mal olor y peor trato de los Judíos dijo con sentimiento muchas veces, que aunque había visto la barbaridad y vileza de los Marcomanos, de los Quados y Sármatas, se desengañaba en fin, que en los Judíos hallaba mucho peores que todos ellos: sœtentium Judœorum, & tumultuantium sœpe taedio percitus dolenter dicitur exclamasse: o Marcomani, o Quadi, o Sarmatae tandem alios vobis deteriores inveni.
591 A juerza de precaución muchas veces he salvado, pues es un trance apurado es mortal cualquier descuido; si Cruz hubiera vivido no habría tenido cuidado. 592 Un hombre junto con otro en valor y en juerza crece; el temor desaparece; escapa de cualquier trampa; entre dos, no digo a un pampa, a la tribu, si se ofrece.
Amparo realizaba mis sueños: era la mujer que yo había buscado en vano, la mujer que hablaba a mi corazón y a mis sentidos; pero... Amparo no me amaba: si me hubiera amado yo lo hubiera comprendido; Amparo me consideraba como su protector, como su padre: Amparo se resignaba a cumplir mi voluntad hasta el punto de casarse con el hombre que yo la designase... y Amparo amaba... Amparo sufría... sus ojos, mi alma habían apurado su sufrimiento... Amparo no era mía... había visto por un momento mi fantasma y me le arrebataba Dios.
Un ser maltratado por la naturaleza, horrible, una especie de cosa sin forma y sin nombre, no había parado hasta sacarme de un lance apurado, y yo, hombre lleno de altivez, dotado de cierta razón por la naturaleza, y llegado por ella al sentimiento de la responsabilidad moral, había dejado mil veces, sin hacerles advertencia alguna, meterse á otros hombres, hasta á los que llamaba amigos, en pasos bastante más terribles que el desfiladero de una montaña.
He aquí las preguntas que por todas partes se me dirigen, que me cercan, me estrechan, me comprometen, y a las cuales me veo más apurado para responder, que se ven hace tres días... Iba a hacer una mala comparación; y si me la había de suprimir algún amigo de éstos que miran de continuo por mi tranquilidad, suprímomela yo.
Avanzó a su encuentro, los ojos centelleantes de dicha, y le tendió un gran ramo de violetas, con adorable torpeza. Si a usted no le molesta prosiguió la madre podría venir todos los lunes... ¿qué le parece? ¡Que es muy poco, señora! repuso el muchacho Los viernes también... ¿me permite? La señora se echó a reir. ¡Qué apurado! Yo no sé... veamos qué dice Lidia. ¿Qué dices, Lidia?
Hízo un gesto con la mano y se echó á reir. El Ministro que me nombró, sabe el diablo donde está, ¡y se tendrá por honrado con poderme saludar cuando vuelva! El actual, á ese me le paso... y tambien se lo llevará pateta... El que le sustituya se verá tan apurado con su nuevo cargo y no se podrá ocupar de bagatelas.
Yo mismo me daba cuenta de que perdía en el camino, ora un pie, ora un brazo, ora parte del tronco... No me tomaba el trabajo de recoger estos órganos cuando los veía caerse, y los dejaba detrás de mí, porque iba muy apurado y sabía que ellos solos el pie, el brazo, la parte del tronco, volverían a incorporarse a mi persona. Además, todo era un sueño.
En Paris no tienen absolutamente nada de extraño las cosas más extrañas. Pues la buena mujer de Batiñoles supo la suscricion á que me refiero, supuso que el poeta se hallaba en grandes conflictos, y repetia frecuentemente: ¡pobre señor Alfonso de Lamartine! ¡Qué apurado estará! Y hoy guardaba un franco, otro franco mañana, y así fué reuniendo hasta cuatro napoleones.
El licor que en lo sucesivo se llevaría á los labios, tendría que ser seguramente rico, delicioso, vivificante y en pulido vaso de oro; ó de otro modo produciría una languidez inevitable y tediosa, viniendo después de las heces de amargura que hasta entonces había apurado á manera de cordial de intensa potencia. Perla estaba ataviada alegremente.
Palabra del Dia
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